30 de septiembre de 2014

Sujeto de responsabilidades.



Pues les cuento que entre a la universidad, ya casi cumplo el mes, y lo que tanto anhelaba se cumplió, ahora me empapo de cultura.


Por otro lado les cuento que ahora que me apasiona la escuela, me siento más madura que el resto de mis compañeros, podre parecer presumida o amargada y puede que sea un poco de ambas, pero les diré que en el grupos e comportan a nivel de secundaria, y no lo digo porque sean bromistas o curiosos, lo digo por incultos y cerrados de mente, además del obvio comportamiento infantil de quejarse por las tareas, por tener que ir a la escuela. Si bien la mayoría de estos estudiantes tienen 18 años yo ya tengo 24 y hay una diferencia notable en el pensamiento, además de que me he tomado mi vida con otros criterios, y he tenido experiencias distintas.
Cuando la vida se llenó de responsabilidades, si yo ¡estoy tan pequeña! Me acabo de recibir de la prepa, ajajajajaj pues ahora que no uso uniforme, no pido permiso para salir ni nadie me toma lista, extraño eso, los sé, uno se queja de eso en la escuela, quieres ser diferente y ahora te das cuenta de lo práctico que es que te guíen para todo. Ahora te llenas de responsabilidades, si quieres aprender ahora si debes estudiar, en mi particular caso lo amo, pero veo a quienes aún tienen que arriar y es de pena ajena en este nivel de escolaridad.


Pues bien, hace unos días yo jugaba con tierra, acariciaba gatos y mi más grande preocupación era el color de mi mochila para el siguiente ciclo escolar, me enfadaba usar la falda larga y después olvide la escuela. Pero aun así papa y mama daban todo, yo no me preocupaba. Que infancia tan feliz, que adolescencia tan libre, y ahora?

Bueno cada etapa he sido muy feliz, no lo puedo negar, incluso en mi anterior matrimonio el cual aún trato de superar, aun ahí fui muy feliz, ahora lo soy, yendo a la escuela, sintiendo que me empapo de cultura, pero sin duda ahora veo las cosas distintas, ahora me preocupo por mi subsistencia, por mi salud, y por todo lo demás que me rodea. A veces uno pierde el norte, el camino, la meta, y vas por ahí dando tumbos, me ha pasado, aparte, esto de ser adulto si es gratificante y obvio te tienes que acostumbrar pues es la etapa más larga de la vida, pero sin duda extraño los días sin preocupaciones.


Ahora soy un sujeto lleno de responsabilidades, se me aplica la ley, los impuestos, se me vigila constantemente y se espera de mí que participe en sociedad, que aporte algo y que viva una vida moralmente bien vista.


Pues bueno ya los puse al tanto de mis actividades, puedo asegurar que la universidad es maravillosa, que aprender solo hace que estimules la curiosidad, y que a pensar de que la felicidad nunca es completa siempre puedo agradecer a quienes me brindan su apoyo y darme las gracias por sacarme adelante y estar orgullosa de mi.

3 de septiembre de 2014

Aquí mi propia terapia…




A veces en el matrimonio te pasa de todo. Un día estas ilusionada imaginando un futuro hermoso sonde hay detalles como un trabajo estable, cada beso de bienvenida que te da tu pareja, compartir momentos de humor al ver un programa, estar acurrucado viendo una película, convivencias agradables fuera de casa, ratos inolvidables en la ducha. Pero la realidad tiende a imponerse más que eso.

Al principio del matrimonio es luna de miel, estar muy feliz de poder pasar aún más tiempo juntos, risas al descubrir extraños hábitos, sorpresas agradables de los primeros meses, pero lo cierto es que con el pasar del tiempo, y eventos inesperados todo cambia, cada cual se relaja y deja de ser detallista, limpio o romántico. Se empieza a buscar espacio privado y a caer en la monotonía de las rutinas diarias.

Surgen los problemas de todo tipo, empiezan discusiones pequeñas, luego más largas, empieza a ver reclamos, rencores… y de pronto después de cierto tiempo, ni siquiera sabes por qué están juntos.


Llevo dos matrimonios, y puedo decir que las cosas no son fáciles como uno sueña al principio. Por más amor que le tengas a tu pareja, la convivencia con otra persona puede ser desgastadora y muchas veces frustrante. No sé si hay tiempo determinado para que uno pase por estas etapas, creo que depende de las parejas, y en mi caso la primera vez me sucedió al segundo año, estábamos juntos, teníamos un hogar y yo me sentí aburrida, mi solución fue encontrar un trabajo y gente con quien platicar, resulto bien por un tiempo, aunque después mi matrimonio termino por causas comunes. La segunda valiente vez que decidí juntarme me ha pasado también a los dos años, aunque ciertamente en esta vez había problemas desde antes.
Pero surge de nuevo el enfado y el hastío.
Tal vez se debe a mí, tal vez no estoy hecha para admirar a una persona durante mucho tiempo, y tarde o temprano me doy cuenta de que las características que al principio me parecieron entretenidas y curiosas o agradables, ahora me resultan desagradables e insoportables. Quizá yo me enfado pronto de las personas, o no he encontrado una que me guste del todo.

A veces mi matrimonio me asfixia, me siento atrapada. Otras veces solo deseo que el cambie, o que haya algo más que nos una. He platicado con él, he discutido, he puesto reglas, he llorado, he negociado, creo que todo lo del manual, excepto ir a terapia, ya que la considero cara. Pero al parecer me siento menos presionada, pero igual de aburrida o apática para realizar las cosas. Muchas veces me doy cuenta de que no estoy molesta, solo fastidiada o resignada, pero ya no enojada deseando cambiar cosas.

Me siento desorientada.


Quizás es mi corta edad, y que debería estar saliendo una carrera universitaria y no haber pasado ya por dos experiencias matrimoniales, por eso es que soy tan joven e inmadura, pero a la vez siento que todo sirve para futuro, ahora apenas comenzare la universidad y es una etapa nueva que debí vivir hace tiempo, pero me salte las etapas de mi vida, así que ahora enfrentare otras cosas, pero por otro lado ya conozco muchas que otras personas jóvenes no han experimentado.


Siento que he fracasado en mis relaciones de pareja y de amistad, por que uno espera tener pareja por periodos, pero ya vivir con alguien lo convierte en un compromiso más serio pensado en mi caso para gran cantidad de años no se, unos 10, pero no he durado tanto en ninguno de los dos. No siento ser mala esposa, no críticamente, pero si pienso que quizá yo me he aferrado a sentir que estoy hecha para vivir en pareja y que tal vez no es así.
Puede ser que aún no encuentre mi pasión y camino en la vida…


Hay días que realmente me doy cuenta de que no me gusta que sea mi esposo y no porque este enojada, sino porque no me siento a gusto de esa manera, de pronto hay confusión en mi vida y planes y siento que estar en este compromiso absorbe mi energía y juventud. Aún tengo ganas de comerme al mundo, de estudiar conocer gente y muchos proyectos en los que él no me acompaña porque no somos partidarios de las mismas ideas.

Siento que en toda relación hay diferencias, no hay perfección solo felicidad e infelicidad, pero también una pareja es como un equipo con la misma raíz, si son los adecuados coincidirán sus ideas principales, y yo no me siento así, he discutido mis gustos ideas, planes para el futuro y francamente no veo la similitud. Tal vez soy paranoica. Así que busco temas alternativos, para ya saben tener cosas en común para compartir, no es que los sentimientos no basten, claro que es importante quererse aun cuando tengan gustos muy diferentes, pero una cosa son los gustos musicales, o de películas, y otros los políticos, religiosos, sociales, y las metas y sueños de cada uno, en este caso es ahí donde siento que no encajamos nada en absoluto.


He valorado sus ideas, que no suelen ser tantas o tan complejas, y si las puedo encontrar interesantes, pero no realizables para mí, y con mis pensamientos él se siente a disgusto, o no le interesan, o le parecen absurdos, o totalmente fuera de una vida para él y es ahí cuando siento que no somos compatibles.

Me llevo bien con el como pareja de novios, pero para realmente imaginar muchos años y vida con el… no.

He tratado, pero realmente tengo otra visión del mundo, otras opiniones que al ser expresadas a él le molestan, o no está de acuerdo o jamás las realizaría conmigo y eso me pesa. No sé si debo conservar mi matrimonio a pesar de la adversidad de sueños o dejar las cosas por la paz e irme.


Sé que una de mis abuelas me diría que debo estar con un hombre porque son el complemento de la mujer y luchar con las adversidades ceder terreno, negociar y buscar la estabilidad, tal vez hasta abandonar mis sueños, pero es porque esta criada en época diferente, yo me siento demasiado libre como para eso, valoro mucho mi propio pensar y mis convicciones como para sacrificarme.


Mi pasado matrimonio termino abruptamente por su infidelidad, antes de eso yo pensaba pasar mucho tiempo indefinido con él y mis planes eran exactamente los suyos, yo no tenía sueños ni metas propias y a raíz de eso, empecé a pensar en mí y solo en mí, comencé a tomar decisiones para mi futuro pensando en mi sobrevivencia tal vez por eso este matrimonio ya no lo miro con la ilusión de una casta que cree en santa Claus.
Probablemente me he vuelto más cínica respecto a los sentimientos y a las ilusiones sin un fundamento crítico, para mí a veces es triste ser tan realista, pero a la vez sé que al menos es algo posible y no solo ensueños que se ven borrosos desde la perspectiva de alguien enamorado.

En mi corta vida llevo 2 matrimonios, y puedo decir que a pesar de saber que no debo comparar dentro de mí a veces no lo puedo evitar y me enoja bastante que con una mala persona fui muy feliz y ahora que tengo toda la realidad que cualquiera puede desear no lo he podido ser como antes.


A veces reo que dramatizo, soy muy joven quien sabe cuántos más matrimonios me tocaran, habrá diferencia con mujeres, quien sabe, pero en mi lista esta juntarme con una mujer, aún tengo tiempo.


Lo que si les puedo recomendar una vez más, es no se casen legalmente a menos que tengan hijos o piensen realmente tenerlos, pro que a pesar de que al principio todo parezca perfecto y hermoso, eso raramente se mantiene durante años, así que si solo quieren estar juntos la unión libre donde cada cual es dueño de sus cosas, es mejor opción y menos complicado a la hora de que lleguen los problemas y separaciones dolorosas.

A veces soy pesimista, pero siempre trato de ser todo lo contrario y tener esas ganas de darlo todo por la pareja, solo que me da miedo.

Si el matrimonio fuera fácil, no tendría nada de interesante. Eso leí, pero no estoy segura de estar de acuerdo.