20 de abril de 2017

Crudi Vegan parte dos


Pues que creen, les cuento mi triste historia, resulta que no pude completar mi semana alimentándome de esta manera (obvio, solo iba con la bendición de los dioses) al quinto día casi me desmayo porque mi cuerpo opino diferente que mis ideales. Afortunadamente me pasó antes de ir al gimnasio, así que no corrí peligro de lastimarme.


Pues, nada, me sirvió como experiencia para futuras ocasiones en las que quiera hacer algo desintoxicante para mi cuerpo. Todo el día estuve mal, me sentí muy débil y tuve mareos y pérdida de la visión.


Pero nada grave, al final regrese a solo ser vegana y asunto arreglado, aunque aun así vi algunos beneficios en mi cuerpo, como desinflamación de la panza (esa contra la que tanto lucho) y me sentía muy digestiva, no sé cómo explicarlo, ya saben, como que todo me fluía, y eso que siendo vegan nunca he tenido problemas de estreñimiento ni nada de eso.


También, pude apreciar el sabor de las frutas y verduras en su totalidad ya que no iban acompañadas de nada, y era maravilloso reconocer sabores. La siguiente vez buscare asesorarme antes de andar experimentando.


Por otra parte también me sentí más en el ojo del huracán respecto a las críticas, ya saben, ser vegan es criticado y crudi, casi pedía crucifixión a gritos. Pero estoy bien no se preocupen, mi salud regreso a lo normal.


Ser crudi, me hizo que me diera cuenta de que sentimos muchas veces que es obligación comer verduras y que no saben buenas o que sin aderezos, chile o sal va a saber desabridas, pero la realidad es muy diferente, sabe realmente bien mezclar frutas y verduras, el aguacate va con todo y verduras y frutas no ocupan nada para saber bien.


Ahora buscare alimentarme mejor de lo que antes lo hacía. 

Yo no lo veo.

A veces las penas y frustraciones me invaden.


Ando un poco depre (en parte se debe a las vacaciones pues tengo demasiado tiempo libre para pensar y acomplejarme) resulta que a veces no siento los cambios físicos o de salud a pesar de ser muy constante en mi actividad física. Sé que podrán decir que lleva tiempo, que depende las horas de dormir, el cambio climático, las hormonas, la alimentación y miles de cosas, lo sé, no es algo que yo ignore, únicamente me estoy quejando.


Me esfuerzo mucho en el gimnasio, hago las rutinas según se indica, siempre busco hacerlas mejor, y sigo cada instrucción… y a veces me miro al espejo y siento que solo me miro como una mujer delgada. Es todo, mi esfuerzo, mis horas de sufrimiento, mi técnica, alimentación, etc. Todo al carajo, para que en las fotos solo me vea normal, nada de músculos marcados, nada de cintura de avispa, nada de espalda esculpida.


Lo sé, todo tarda en llegar y rápido se va. Según me han contado, todos pasan por diversas etapas al entrar en el mundo de entrenar para estar saludable o sexy, cualquiera que sea la razón, entras súper motivado, pensando que no estás tan mal físicamente, que un par de meses y veras resultados… después viene esa etapa donde no hay cambios y te frustras, si tienes suerte te aferras o alguien te apoya y sigues, luego una de las mejores etapas donde ya comienzas a ver cambios en tu cuerpo y estado físico, vuelve la euforia de sentir que controlas tus cambios corporales y que vas a seguir para lograr más metas.


Pasadas esas tres etapas iniciales regresa en general un estancamiento en el que no ves ya cambios, o quizá solo se te cruzan los cables y tú no los ves, y otros si… resulta que empieza la montaña rusa de emociones, días vas bien motivado, días vas como un suplicio, días no prestas atención, días entrenas con el corazón, días y más días.


Luego está la lucha con la comida, muchos dicen que no es una lucha, que te acostumbras, que si tus metas son más grandes que tu gula y bla bla bla, pero lo cierto es que desde pequeños nos enseñan a comer mal, así que esos malos hábitos no se van a ir en un mes, solo porque lleves tres entrenando.


Seamos realistas, el paladar manda muchas veces y lo sabroso y llenador en general son cosas que no nos nutren, por lo tanto para mí y otros que he visto, si es una lucha con la comida, es luchar contra los parientes que te invitan a comer y luego te hacen un drama porque llevas tu traste de plástico con divisiones lleno  de verduras (hagamos una aclaración, al ser vegana, se meten conmigo desde que lo saben, pero ser vegana y fit, olvídense es como declarar la guerra a la familia) y porque no quieres probar la comida que hicieron, te llaman payaso, ridículo, entre otros comentarios ofensivos (lo bueno que son tu familia o amigos) diciéndote que no te va a pasar nada si te comes una cosa que este fuera de tu dieta.


Entonces uno deja de asistir a comidas, luego pasas a ser el amargado que vive pensando en los carbohidratos y el obsesionado con el gimnasio. Después casi toda actividad (al menos en la zona que domino) va acompañada de comida, ir al cine es ver comida chatarra (la cual anda uno queriendo evitar) ir al parque es subirse a los columpios y después comer, ir de compras y si te tardas comer fuera. Bueno también quizá yo salgo poco, así que no conozco mucho.


Y ahí van las frustraciones, luchas con la depresión que a veces te da por no ver algo visible en tu cuerpo de tu esfuerzo, luchas con la comida, luchas con tus amigos o parientes por la comida. Luchas con los lugares para no comer cosas dañinas.


Parece uno que el mundo se nos pone en contra, a ratos nada más… y para rematar una de dos, o alguien te dice que no sabe para qué vas al gimnasio si ni se te nota nada, o ves a alguien con esa genética maravillosa que solo sale a correr a veces y come todo lo que se le atraviesa y esta hasta se ve como si hiciera ejercicio. Nombre con eso listo para ponerse a llorar.


El problema es que uno no ama su cuerpo, porque te dicen que lo ames, tal como es, y eso, pero luego te bombardean con publicidad donde la gente exitosa es delgada y en forma, donde las caras bonitas triunfan, donde lo que excita va con lencería que luce en cuerpos tonificados, donde se burlan de los defectos físicos… Está cabrón quererse así.

No digo que siempre estoy deprimida y que siempre me siento así, digo los motivos por los cuales a veces me siento así, pero claro llegan personas, te dicen cosas, o tú solo te das ánimos, o te enfocas en otras cosas y se pasa.


A veces pienso que cuando sea vieja (allá por los 70) voy a recordar tantas inseguridades de mi cuerpo, tantos miedos, tantas amarguras por mi peso o aspecto físico y me voy a reír triste, de pensar que desperdicie mis pensamientos en esas cosas que no valían la pena, en lugar de disfrutar que tenía buena salud y juventud o tiempo para aprender (no sé a lo mejor de vieja estoy enferma).



Y eso que aún no les hablo de mis enojos que paso siempre que las personas me dicen que está mal que siendo mujer desee tener visibles (enormemente visibles) los músculos, ja, esa es otra historia.

Odio las vacaciones.


La verdad, como ya saben, tengo problemas con el control, entonces al ser tan organizada siempre hago rutinas de mi vida según los compromisos habituales que tengo, en este caso la escuela y limpieza del hogar. Pero sucede que en vacaciones pues no tengo esta rutina debido a la falta de labores diarias.


Me pone de malas “no tener que hacer” por más que busque cosas que hacer terminan aburriéndome, o enfadándome. En general me gusta tener sólo una semana de vacaciones, porque en ella realmente disfruto de tener tiempo libre, salir y hacer cosas diferentes, pero al término de esta, pues me empiezo a desesperar.


Mi vida funciona entorno a rutinas predeterminadas y bien organizadas, el reloj siempre es mi aliado y las alarmas son algo que me funciona muy bien, soy de esas personas que cumplen todos sus compromisos pero sin matarse, me organizo también cada día al menos una hora de siesta y una hora de lectura, con lo cual siento que le doy a mi cuerpo tiempo de relajación.


Podrán pensar que llevar una vida con obligaciones y rutinas es muy monótono y aburrido, pero la verdad a mí me funciona, me siento bien, siempre que he cumplido mi día, y en general personas que conozco halagan mi manera de organizarme y tener tiempo para todo, es como si siempre estuviera bien preparada.


Otros beneficios que le encuentro a esto, es que organizo muy bien no sólo actividades, sino el costo de ellas, buscando el ahorro máximo de ser necesario sin sacrificar placeres. Y en general estoy contenta con esto.


Pero claro no todo es bonito, al ser así también sufro de frustraciones que son acarreadas cuando las cosas no salen como tenía previsto, por causas ajenas y desconocidas, también que muchas otras personas no conviven conmigo a causa de considerar que no pueden ajustarse a mi rutina. Y también están las terribles vacaciones y cancelaciones de otras personas sobre planes en común.


Antes me azotaba mucho, ahora lo tomo con más calma pero de igual manera me frustra. Paso horas sin saber qué hacer, y no es que no haya actividades que realizar, es que mi mente se bloquea, entra en pánico de no saber en que aprovechar el rato.



Me cuesta ser espontanea. 

8 de abril de 2017

Gustos culpables volumen dos.



A ratos la culpa me hacía sentir mal, ella se había convertido en mi mejor amiga, pero el verte con ella hacia que mi deseo creciera, no nos habíamos visto más que brevemente en cumpleaños de mi amiga y en dos cenas navideñas, pero no podía dejar de pensar en ti, los años te habían favorecido, aun practicabas deporte aunque eras padre y cabeza de familia, se notaba que trabajabas tu cuerpo, ese cuerpo que yo deseaba. Desde la última comida donde recordé detalles de nuestro único encuentro una llama se encendió en mí.

Busque pretexto para ir a casa de mi amiga y verte más seguido, siempre evitabas estar a solas conmigo, eso de cierta forma me excitaba aún más…


Un día en horas que sabía que mi amiga no estaría fui a su casa, estaba caliente y no me importaba nada, ahí estabas tú, solo, al parecer planeabas ir al gym pues me abriste la puerta a medio cambiar, garrafal error de tu parte. ¿Esta Irene? Pregunte sabiendo la respuesta, hola, no, en realidad salió con su hermana, contestaste algo nervioso, pero sin evitar mi mirada. Ah pues en ese caso es perfecto dije yo e inesperadamente para ti te comencé a besar, trataste de quitarte, pero yo sabía que lo deseabas, así que no te resististe por demasiado tiempo, pienso que tú tampoco olvidabas aquel encuentro juvenil.


Siendo adultos ya con más experiencia, el sexo fluyo de manera armoniosa, cogimos en la sala, en el sillón, como haciendo homenaje, tu cuerpo era hermoso, era muy deseable, habías madurado mucho, de como yo te recordaba, te lamí todo el cuerpo, gemías delicioso, pero esta vez decidiste voltearme de espaldas y darme duro así, a mí me encantó la idea, mis pechos de apretaban en los cojines del sofá mientras tú me penetrabas sin control y de nuevo sin protección, no podía ver tu rostro pero era delicioso como me sometías, sentía tu pene entrar de lleno en mí, y como nuestros fluidos se mezclaban, empujabas con fuerza y yo levantaba más las caderas para que la penetración fuera más profunda…



Habías aprendido algunos trucos por ahí, pronto me metiste un par de dedos en la boca mientras yo gemía sin remedio, siempre había sido una sucia, así que la idea de que me trataras así, era muy excitante, me vine a los ocho minutos, pero tu continuabas penetrándome, relaje el cuerpo y tú comenzaste a ponerte más violento, jalaste mi cabello deliberadamente, sacaste tu pene y me hiciste que te lo chupara, que ganas había tenido, sabias a mí y a ti, tan delicioso, mientras te la mamaba te miraba, esos ojos avellana que tanto me hacían arder, te la chupe con ganas, te hice garganta profunda y te encanto, tus mejillas y pecho pronto se llenaron de sangre y sabía que pronto te vendrías. Decidiste hacerlo en mis pechos y me encanto, para que negar, me gustabas, y era fabuloso el sexo.

Los cambios continúan



Siempre me gusta saber que he aprendido de otras personas y cuando lo aplico para mí, es un avance. Hace algunos días me invitaron a pasar un rato con personas desconocidas (mi mejor amigo y sus amigos) y yo acepte, tal vez para muchas personas no tiene nada de extraordinario ese tan simple hecho, pero para mí es la lucha constante de la persona que era antes, con la que pretendo ser cada día. Siempre me negué a todo, a la vida misma, y el aceptar ahora tantas cosas diferentes me hace sentirme orgullosa, decidí convivir con ellos y adaptarme al entorno, resultaron personas de mente muy abierta y pase un rato muy agradable.


Cosa que no hubiera hecho en el pasado, donde odiaba los cambios, pero ahora decido fluir con el entorno de manera pacífica y sin que se comprometa la integridad o valores de nadie. Van a decir que es pecar de egocentrismo, pero la verdad me siento orgullosa de mis avances en la vida, para mí es muy padre notar mis cambios porque siempre los comparo con mi conducta del pasado y busco una mejora.


Por cierto con uno de mis propósitos de este año es ser amable con las personas, y también me siento feliz de admitir que aunque me ha resultado muy difícil ser amable sobre todo con tanta contrariedad, lo he llevado a cabo lo más que puedo y otras personas a mi alrededor lo han notado y me lo han hecho saber. Poco a poco ahí un poco necia, pero avanzo en el camino.


Y siguiendo con estos temas del cambio, ahora decidí tener otra postura sobre el lugar donde vivo, no recuerdo si les había comentado, vivo con mi novio, en casa de sus padres, y su familia ha resultado muy diferente de valores (carentes) de los que yo he visto. Al principio estaba muy impactada tratando de juzgar la situación, después, intente ver cuál era la manera en que podía ayudar, y luego entro la etapa de la apatía y desprecio, pero ya saben, mi tendencia espiritual me sigue allá a donde voy.


Así que no pude mantenerme enojada por más desagradable que me pareciera la situación actual, comencé por entender que las personas con las que vivo, ni siquiera saben la lástima que me dan,  ni lo tristes que resultan sus acciones pues en general se contradicen, así que decidí no ponerlos en tela de juicio y limitarme a vivir de manera pacífica.



Y pues nada, que me voy, me mudare de aquí, no sé si con mi novio o sin él, pero de que me voy de este lugar es un plan hecho. Quiero volver a mi independencia y a mi casa.

Crudi-Vegana



Ya hace algunos ayeres anduve leyendo cosas sobre este tipo de alimentación, una cosa es ser sólo vegano y otra crudi. Pues bien resulta que se basa el alimento en fruta y verdura cruda y nada procesado, nada de harinas, pastas, azúcares etc. Raw Food también le llaman.

No sé demasiado de esto, únicamente lo que voy leyendo, me he animado esta semana a probarlo, para ver cómo se siente, lo de crudo lo veo más como una mera alimentación y lo de veganismo como ética.

Hoy ha sido mi primer día, y la verdad no he pasado hambre y he comido de maravilla, al no saber tanto sobre esto, sólo decidí hacer una gran ensalada con verduras y frutas, literal fue grande, porque al intentar acabarla la verdad no pude, me comí sólo la mitad, lo cual estuvo bien. Al contrario de lo que se pueda pensar, realmente si te llenas, tu estomago comienza a hincharse y avisar que ya estas satisfecho. He sentido levemente ansiedad por el azúcar, ya saben, ser vegano no dice que tengas que ser sano, y comida chatarra vegana hay mucha, entre mis adicciones están las barritas que tienen avena plátano y un montón de azúcar y conservadores.


Con esta dieta busco beneficios para mi cuerpo, quiero saber que tanto puede cambiar, no me refiero a perder peso o tallas, más que eso, quiero saber cómo reaccionara, muchas personas afirman que hacer esto de crudi-veganismo es más para temporadas, para desintoxicar el cuerpo de azucares saturados, refinados, sal y harinas en exceso. Yo lo he decidido por una semana, para ver que tal me va, pero no estoy segura que sólo dure eso, pasado los días veré.


Algo de lo que me río para mis adentros es pensar que ya de por sí, las personas me consideran rara por ser vegana, ahora seguro soy el anticristo de la comida. Verán, tal vez a ustedes de otras partes del país o del mundo, no se les haga tan extraño esto, pero en la región donde vivo, esto es completamente anormal, casi nadie es vegano y menos crudi. Con decirles que no conozco a nadie que lo sea, en verdad, por internet he visto recetas, y personas que llevan a cabo esta alimentación, pero en persona no conozco a nadie.


De igual manera no me preocupa lo que piensen, es mi salud, mi cuerpo y yo quien lo alimento. Espero contarles la siguiente semana de cómo me fue con estos andares.