22 de diciembre de 2018

Comida




Siempre he tenido problemas con ella, al principio fue que caí en las adicciones de los químicos añadidos, alimentos procesados que supuestamente te nutren y obviamente en la mercadotecnia, en el sabor falso que altera el cuerpo y todo lo que la gente come. Después me aleje de eso hacia otros derroteros también nada saludables, uno de ellos fue reducir considerablemente mis alimentos para lograr cambios estéticos.


La comida era el enemigo, yo no podía entender porque todo lo que sabía tan bien me hacía tanto daño, y engordar de manera extremadamente rápida, pensaba que debía alimentarme según lo que mi paladar gustara, porque según yo, era la fiel brújula y guía para mi existir.

Error tremendo, del cual nunca estuve informada, inocente criatura que era víctima de los saborizantes artificiales y todas las azucares conocidas por el hombre, realmente vivía tan drogada con todo ello, que no me daba cuenta que estaba cegada. Hasta que la bendita información llego a mí, para comenzar fue hacerme vegana, pero una cosa es el veganismo y otra la salud, después enterarme de eran realmente todos los ingredientes que venían en las etiquetas de los productos que consumía diariamente, y como consecuencia de ello horrorizarme sabiendo que le metía a mi cuerpo.


No es que ahora ya no coma nada procesado ni con químicos añadidos, no tampoco he llegado a ese bello punto, un día, pero si he sido mucho más consiente de todo lo que como. Y de los efectos que tiene en mi cuerpo, por ello para mi es fundamental leer, aprender, buscar y poner atención a todo, poco a poco me he ido quitando las cosas que hacen daño, reduciendo otras y así.


El proceso ha sido largo, bueno relativamente porque apenas llevo como unos ocho meses buscando mejor alimentación, antes solo buscaba no excederme en cuanto a grasa o cantidad de alimentos, pero nada más, y ahora busco comer más natural es decir librarme de lo procesado en cuanto me sea posible, y que la comida no sea el enemigo.


A veces sí y a veces no.





Bueno tengo un rato un tanto alejada de lo espiritual, ya saben la meditación y esos libros que me inspiran a ser mejor persona, no es que los haya abandonado o que deliberadamente dejara de creer en ellos, solo es que tome mi vida del presente y al tener problemas deje que me abrumaran, es todo.


Por otra parte sigo con la corriente del minimalismo, busco desapego emocional por los bienes materiales, no digo que no compro nada o que ya soy hippie viviendo en comuna, pero si reduje considerablemente mis compras mensuales de bienes y busco tener cosas útiles más que de adorno. No digo que de eso se trate el minimalismo, he visto que no tiene nada que ver con pobreza, pero yo en parte si lo busco, solo pobreza de bienes materiales.
Cumplí mis cuatro meses de no comprarme ropa, únicamente compre un par de prendas que requería con urgencia pero no fue compras por placer como toda mi vida hice. Y aunque al principio fue largo el tiempo y mucha la espera al final realmente no sentía presión por comprar nada. Me di cuenta que no lo necesitaba y que me sentía bien así.


Me empecé a vestir con ropa básica de colores neutros, combinables y con muy pocas prendas, en general me veía igual todas las semanas, pero eso es comodidad, no batallar buscando combinaciones nuevas ni nada por el estilo. Fue reconfortante saber que mi autoestima no dependía de mi forma de vestir que me sentí realizada y orgullosa de mí. Por otra parte busque tener los menos accesorios posibles y la ropa menos llamativa.


Esto no fue por sentirme mal o menos moralmente, fue únicamente para concentrarme en otras cosas, y resulto muy beneficioso, ya no más fotos de mi con atuendos y cero estrés por comprar o nuevos estilismos de moda. Me he sentido muy feliz y tranquila, cosa que no creí posible. Aún hay presión social por “arreglarme” pero no es algo que no pueda manejar.


En mi hogar he buscado tener comodidades pero no adornos, y no cosas innecesarias algo que se ha notado, mi pareja no tiene problema con mi forma de pensar aunque no comparte todo, yo respeto que él tenga sus cosas y que si compre objetos. Busco que eso no tenga que ver conmigo, es decir son sus decisiones y yo tengo las mías.


Otra cosa en la que sigo avanzando es en la alimentación, si bien he llevado dietas por determinados tiempos para lograr objetivos, ahora estoy en otro enfoque, en alimentación sana no por un tiempo o por lograr un objetivo, sino por nutrirme de por vida. Es muy distinto a lo que antes hacía, porque siempre sabía que esa dieta o periodo terminaría y podría volver a comer todo aquello que quisiera, pero ahora me doy cuenta de que esto no es algo que yo busque por un tiempo determinado, sino una manera de vivir todo el tiempo.
he leído, para aprender, he buscado información que pueda aplicar y la realidad es que es muy fácil, la cosa es que no siempre llevarlo a cabo es tan fácil como comprenderlo. Para comenzar esta la sociedad acostumbrada a comer tan mal y para aliviar todos los males emocionales que resulta extraño querer comer bien. En lugar de conseguir apoyo de todos los que me rodean me ven como una extremista.


No considero que alimentarse sanamente sea algo que me haga una persona extremista, pero si me he encontrado con esos comentarios, que comer tal cosa una vez de vez en cuando no me va a matar, pero no se trata de eso, sino de que yo elijo alimentarme correctamente, no restrinjo nada, no me privo de nada, es normal privarse de lo que hace daño, y al saber que muchos considerados alimentos en realidad dañan el cuerpo, elijo no comerlos.


Para mi es simple, pero para el mundo que me rodea no lo es. En general siendo vegana ya me acostumbre a llevar mi comida a todas partes y así, pero ahora que doy un paso más hacia la salud y bienestar, es como si yo sola me complicara más las cosas, porque las personas piensan que con que me lleven alimentos que no son de origen animal ya me los voy a comer, y la realidad es que son procesados llenos de químicos y también los he dejado.


Aun me queda mucho por aprender y mejorar todo yo lo sé, pero a veces se me hace complicado tener que explicárselo a los demás, o siempre parezco la persona que no quiere convivir a la hora de la comida. Pero yo sé que no se trata de eso, sino de que vivo distinto es todo. Espero seguir por este camino y cada vez aprender mejor la manera más saludable de alimentar mi cuerpo.



Un largo tiempo.



Resulta que ser adulto no siempre es tan padre como uno imagina de adolescente o niño, si bien parece que tiene uno libertades exageradas y que puedes hacer tantas cosas, la realidad es que vivimos en un mundo lleno de reglas y obligaciones que se adquieren al crecer.


Al principio de mi adultez, disfrute mucho la sensación de libertad y de poder hacer tantas cosas nuevas e interesantes, pero ahora que ha pasado el tiempo a veces no es tan divertido, me doy cuenta de que tengo que hacer tantas cosas que no quiero, de ser responsable por mi vida y hacerme cargo de la situación. No digo que todo sea malo o que la vida me haya tratado mal, pero si tiene momentos duros que uno debe sobreponerse y salir adelante, ya como adulto.


Pues bien, hace un tiempo tuve problemas económicos fuertes, y aunque practico el desapego por lo material, no niego que mi sustento básico es algo que debo tener siempre para tener seguridad, y hasta este se puso en riesgo, considerando que busco reducir al mínimo el dinero que necesito para subsistir. Esto nunca me había pasado, no es que yo tuviera demasiadas posibilidades, pero no había llegado el momento en que batallara tanto.
Y sucedió, al comienzo de todo yo estuve tranquila pensando que de una u otra forma pronto tendrían solución mis penas económicas, pero conforme fue pasando el tiempo y no se solucionaban el estrés fue haciéndose presente. Comenzó con inquietudes a la hora de dormir y después un mal humor recurrente que ni yo conocía. Ya al final sentía pesadumbre en el cuerpo, y aunque trate de hacer mi vida con normalidad y esperar pronto la solución, no tuve paz hasta que el problema se arregló.


Vivo con mi pareja y yo creía haber tenido toda clase de problemas en pareja, pero realmente no, la vida aún tiene primeras veces para todo, y tener penas económicas fue una de tantas cosas que aún me quedaban por experimentar. Ahí fue cuando más eche de menos ser adolescente y no tener que preocuparme por todas esas cosas de adultos. Me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y de la mucha responsabilidad que tengo.


Por ahora ya paso esa etapa, una más de aprendizaje como pareja y a nivel personal. La vida nunca acaba de enseñarnos.




La vida godinez


Godinez son todas aquellas personas que con carrera o no, trabajan en las oficinas de diversas empresas haciendo trámites y haciendo que el mundo de los negocios siga como siempre. Es la vida que muchos se acostumbran y les da bienestar y felicidad. La carrera que estudie va dirigida a eso, a entrar en ese mundo y ser parte de el, claro la carrera ayuda a saltarse algunos niveles y no empezar desde abajo siendo obrero u operador.


Pero si de algo me he dado cuenta es de que no es para mí, ver el mundo de los negocios desde ese punto, donde eres una pieza más de todo el engranaje para hacer funcionar un negocio, no es algo que me haya agradado, dejando de lado mi libertad que valoro mucho, me doy cuenta que siento que en realidad no estoy aportando nada a mi vida.


Dinero, claro ese sí, pero no realmente a la vida que me gusta tener, es decir, no es satisfactorio, me han dicho que uno no lo puede tener todo, es verdad coincido, pero si se trata de sacrificar cosas, pienso que estar encerrada en una oficina nada más haciendo cosas que no me parecen que aporten nada a mi vida,  no es algo que alimente mi alma.


Hace poco tuve la oportunidad de radicalmente cambiar de aires, ver cosas que jamás pensé, comencé a ser auxiliar de maestra de preescolar, cosa tan distinta que ni se cómo es que termine allí. El punto es que ha sido tan abismalmente diferente que es como si fuera otro mundo o yo otra persona. Ni siquiera se ha sentido como un trabajo.


Es decir estaba acostumbrada totalmente a horarios rutinas aburridas que mataban mis sueños, trabajo con adultos, ser un adulto y cosas tan malas y aburridas que esto no tiene nada que ver. Enseñar a los pequeñines las primeras cosas básicas de la vida en sociedad ha sido la mejor cosa que me ha pasado laboralmente hablando. Es tan distinto que no se compara, pasar mis días recortando para hacer manualidades, llena de mocos y pipi, hasta parece locura.


Me ha encantado verdaderamente enseñar a los niños las bases para aprender a convivir, y eso que siempre dije que no tenía paciencia y menos para los niños que lo preguntan todo. Pero en la práctica ha sido muy diferente mi reacción. Quien sabe, mi vocación escondida tal vez. Pero me ha sentado de maravilla estar rodeada de personitas que tienen toda la inocencia e ilusión del mundo. Me llena de fe y alegría.


Es como si ellos me enseñaran a mí a vivir en lugar de yo a ellos. Créame que nunca lo hubiera imaginado, a veces tan rara y oscura como soy, me lleno de luz con ver esas caritas dulces cada día.

Ahora sé que realmente aporto algo, y no soy solo parte de una mínima cosa que produce dinero para una persona avara, sino estoy aportando enseñanza a un pequeñín que comienza su vida, está aprendiendo a comportarse a seguir instrucciones a formarse como persona, no se es tan indescriptiblemente hermoso.


Veo el progreso de una persona en potencia, es algo que no tiene precio, ni siquiera lo hago por el dinero, que realmente no es la gran paga, lo hago por amor al arte prácticamente, me pagan por ayudarlos a crecer pero no me pagan extra por quererlos y cuidarlos y eso lo hago de corazón. No se, ha de ser que no estudie esa carrera y no lo hago con el enfoque que debo, pero igual funciona para mi y para la escuela.


Así que les comparto mi pedazo de cielo, al fin encontré un empleo que no me gusta, me encanta y que disfruto muchísimo en realizar. Y me siento afortunada de haberlo encontrado porque tan pesimista que soy, realmente aseguraba no encontrarlo nunca.


Ojala todos puedan encontrar ese empleo que les guste y les deje cosas espirituales bonitas y aparte les deje el tiempo de tener su vida llena de todas las demás cosas que la componen.




27 de agosto de 2018

Experimento social


La imagen puede contener: Daphne Alvares, de pie y gafas


Como saben últimamente me metí en el minimalismo, no de lleno, pero si he tomado el concepto y lo he adaptado en mi vida, lo primero fue deshacerme de toda la ropa y calzado que realmente no uso, fue extenuante limpiar el armario. Después decidí que debía ir reduciendo cada vez más la ropa que uso, pese a que aún me gusta la ropa, pensé que sería bueno dejar de darle tanta importancia a la apariencia.


Por ello aparte de tener pocas prendas para vestir, únicamente las que considere necesarias, también busque no complicar mi vestuario con accesorios ni hacerlo llamativo, únicamente cómodo que cumpliera con la función de cubrir mi cuerpo del exterior. Esto con el propósito de observar si mis amistades cercanas se darían cuenta de que uso prácticamente lo mismo y también por mí misma.


Para buscar sentirme cómoda con mi apariencia sin que me importase no traer ropa llamativa, pues en el pasado si le daba demasiada importancia a mi aspecto, sentía que la ropa era parte de mi cuerpo y personalidad (así como el maquillaje) por ello es que es un reto personal sentirme bien con lo que lleve puesto.


Bueno el caso es que ha funcionado de maravilla, siento que ahora si le doy más importancia a lo que soy por dentro, a como pienso a mis valores, y nada ha interferido con lo que traigo puesto. Por otra parte ha disminuido de manera considerable mi crítica y juicio hacia la apariencia y vestimenta de otras personas, es como si cada vez me fijara menos en eso.


Me he sentido muy cómoda usando la ropa que me queda y combinarla es fácil dado que son colores sólidos y muy pocos, no pierdo tiempo pensando en que ponerme y mi autoestima no se vio afectada por mi apariencia distinta. Es como si todo se juntara, tengo poca ropa, repito la ropa constantemente, me fijo muy poco en ello, deje en gran medida lo superficial, no gasto en ello, critico menos, la comodidad es lo mejor y me siento bien.


Aunado a que no uso maquillaje y no depilo mis axilas, es algo muy liberador, vi de otro modo la famosa “feminidad” porque no siento que sea menos mujer que aquella que usa de todo y con maquillaje o artilugios cambia su aspecto físico, no me sentí incomoda de pensar que otra gente pudiera criticarme, al contrario, el dejar todo eso fuera de mis constantes pensamientos, me dejo tiempo libre para reflexionar sobre ello y sobre como crecemos con este concepto de que ser femenina es cambiar tu apariencia física y siempre lucir como en realidad no eres.


Que felicidad verme al espejo y sentirme hermosa tal cual soy sin ver mi ropa y pensar que es ella la que me hace bella, que bonito que en la calle despierte interés por parte de las personas sin tener nada falso que quitarme.


Ojala las personas se valoraran más y se dieran cuenta que la ropa no debe ser la que te defina y que el maquillaje es opcional que no se necesita toda esa producción para hacer lucir bien a alguien o darle un valor moral, que ya en si tiene.

Conducta femenina y conducta masculina.




Hace un tiempo llevo pensando sobre este tema. Para mi es importante ir avanzando en el pensamiento, abrirme a posibilidades nuevas, esto incluye dejar el pensamiento de “conductas femeninas” son todas estas que nos van ensenando en la cultura, tales como: “pórtate como una dama” que hace referencia a conductas determinadas, que son distintas a las de los varones.


Pienso que la igualdad debe ser el principal motivo de remover toda esta enseñanza de conductas separadas. Nuestro sexo no cambia a lo largo de nuestra vida, siempre seremos hombres o mujeres (sin discriminar a los que son ambos géneros) pero la sociedad marca la diferencia con la educación que se nos da. Antes he hablado de ello y de que me molesta la desigualdad o el machismo y hasta el feminismo. Creo que no deben existir tales posturas, solo la de la igualdad.


He visto que la sociedad conformada por mujeres ha exigido que se cambien leyes para buscar igualdad de derechos pero también he visto manifestaciones de conductas que repruebo totalmente por que caen en lo mismo que el machismo, es decir hacer ver que un determinado sexo es mejor que el otro y que debe y puede aprovecharse de ello.


Eso para mí es totalmente inaceptable. Yo propongo igualdad de oportunidades y esto tiene mucho que ver con la manera en que nos educan. No me parece bien que se tengan diferentes parámetros educacionales para hombres y para mujeres. Los hombres no tienen por qué tener solo las conductas marcadas para ellos, e igualmente con las mujeres.


Me enoja de sobre manera cuando escucho comentarios si un hombre es cuidadoso de su aspecto físico o acicalado, que digan que eso es de mujeres o que le cambia la orientación sexual, o que desvaloriza su condición de hombre. Es totalmente idiota. Creo de manera contundente que no deben existir las conductas propias de un género, estoy segura que son meras invenciones del ser humano en sociedad, son normativas aprendidas.


Lo saco a conclusión de manera empírica, viendo a los niños muy pequeños que al no estar adoctrinados aun (claro que los padres desde muy temprana edad les inculcan estas pendejadas de: “no llores porque eres niño” de “no juegues brusco con la niña porque la vas a lastimar”, o de “tú no puedes jugar brincando porque usas vestido”) son muy libres de expresarse tal cual, y no tienen a mi parecer una conducta de hombre o de mujer, se comportan como seres humanos, es todo.


Así que siendo ya adultos estamos adoctrinados malamente, a solo comportarnos según los cánones inventados para nuestro sexo. Y yo me opongo, debemos comportarnos con valores, con moral y con ética, sin importar que seamos hombres o mujeres.


Toda esa estupidez de conductas que igualmente abarca el ser caballero de lo cual hable anteriormente, me parece que ha llegado a su fin y debemos evolucionar como sociedad. Dejando de imponer estas normas culturales que únicamente crean desacuerdos.


Sé que no es fácil erradicar esta educación que se ha llevado por muchísimo tiempo, pero sé que por algo se empieza, primero que nada dejar de pensar que los niños y niñas deben jugar separadamente, y no los mismos juegos, también dejar atrás todo eso de sentir admiración por conductas de ridícula caballerosidad donde en realidad solo hacen ver que la mujer no es capaz de valerse por si misma y que el hombre tiene el deber de ayudarla. Nada de eso es aplaudible. Hacemos a las mujeres inútiles y que esperen esa ayuda siempre de un hombre.


No me gusta que a las niñas se les prive de vivir una vida normal y se les imponga que deben comportase con ademanes según delicados y discretos porque son mujeres, eso no debe seguir pasando, tenemos que avanzar como personas para cambiar como sociedad, por ello debemos quitar todo eso.


Aun no sé qué tanto debe abarcar, aun pienso en ello, pero considero que es un buen inicio quitar de mi cabeza el decir comportamiento femenino y masculino y comenzar por decir comportamiento humano.

Minimalismo Detox y otras palabras nuevas.




Resulta que en los últimos dos meses he comenzado a pensar que vivir con menos es una muy buena práctica, una cosa fue dejar el materialismo, ese que tanto amaba y en el que todos mis sueños eran sobre posesión de cosas compradas y de estatus.


Pero ahora se trata de tener las menos cosas materiales posibles, no investigo aun todo el concepto, más que nada lo hago por mis principios espirituales, sé que tiene raíces del budismo, pero como reitero aun no hago una investigación sobre esto. Básicamente me he empezado a deshacer de toda mi ropa, dejando únicamente la que si uso, también me prometí no comprar nada durante al menos 6 meses, eso sí me causa un poco de ansiedad, pero en parte lo veo como una desintoxicación del materialismo que la moda te hace tener.


Quiero desprenderme de las cosas materiales, pues según mi propia forma de ver, las cosas no son tan importantes para mi plano espiritual que quiero alcanzar, reconozco que tengo problemas con comprar zapatos, así que por eso mismo quiero forzarme a quitarme eso, también suelo comprar ropa, nada caro, al contrario me encanta la ropa de segunda mano, pero aun así, sé que tengo suficiente.


Para mí todo esto representa llevar a la práctica algo que pienso, que realmente las cosas no dan la felicidad, que son demasiado valoradas, practico este desapego de lo material para ser congruente con mis pensamientos, por ahora ha funcionado bien, hasta eso, regalar la ropa ha sido fácil.


También estoy en un Detox de maquillaje, les cuento, a los 14 años comenzaba a maquillarme, se abrió el mundo de posibilidades para realzar mi atractivo físico y atraer hombres, decidí comprar de todo un poco y ver qué era lo que me gustaba más, lo básico siempre fue base de maquillaje, rubor, labial, delineador y mucho rímel, para mí era sentir que usaba poco maquillaje y que eso ayudaba a verme mejor, así lo hice durante unos 10 años, después decidí usar sombras también y eso hacía que mis ojos se miraran más grandes, luego decidí por un tiempo usar también iluminador para ciertas partes de mi cara. Pasado el tiempo decidí quitar el delineador, pues me di cuenta que me hacía ver más grande de edad, me costó, porque mi imagen cambio, pero lo quite gradualmente y finalmente hace muy poco tiempo, hará un mes, decidí quitar la mayoría de mis maquillajes de mi rostro, ahora solo uso dos, rubor y labial.


Decidí quitar el maquillaje casi por completo porque comencé a pensar que el maquillaje no realza tu físico, en realidad lo cubre, trata de aparentar que eres perfecta o que no tienes defectos y eso no es algo que me guste, aparte de que quise dejar ser a mi piel. El cambio fue rudo y drástico, pero me ha gustado mucho, planeo continuar así.


Como ven, cada vez soy más hippie, primero las creencias, luego la paz, luego la espiritualidad, la comida, el dinero y ahora hasta vivir con muy poco, pero me encanta este camino, para que negarlo.


Espero en este año gradualmente ir quitando cosas de mi vida, literal, y ver como termino el año. Sigo en cambios y eso me hace sentir muy bien, me he planteado la posibilidad de no tener auto, tanto porque contamina como porque es algo de comodidad pero no nací con auto así que puedo vivir sin él. Sobre las propiedades solo he pensado que deseo tener donde vivir, tengo actualmente casa aunque no viva en ella, así que tal vez decida no tener otra propiedad, o tal vez si y la anterior la devuelva a mis padres, la cosa es tener menos.


En los próximos días seguiré deshaciéndome de ropa y calzado para tener lo necesario. También me deshice de accesorios y muchas cremas corporales que a lo largo del tiempo he ido agregando, en parte porque muchas no estoy segura de que sean veganas y también porque realmente no las necesito, irse desprendiendo de las cosas no ha sido tan difícil como yo pensaba, aun considero que tengo un gran guarda ropas, y con el pasar de los días voy quitando prendas.


De lo único que aún no estoy dispuesta a quitar de mi vida, son los libros, tengo muchos y todos los he leído, les tengo cariño a la mayoría de ellos, pues me han enseñado cosas y los encuentro interesantes, a veces vuelvo a leer algunos o los consulto para corroborar hechos. Quisiera poner en práctica esto del minimalismo en mi hogar, pensar en tener pocos muebles me entusiasma, porque debo buscar la forma que los que tenga sirvan para muchas cosas sin tener que adquirí más.

5 de abril de 2018

No te cansas de ser vegana




Pues no, me encanta hablar de veganismo, compartir lo que para mí es la expresión de la moral y la ética más alta en una persona, saber que se puede ser mejor persona y cada día buscar que los demás también estén en armonía con la vida.


Ya cumplí mi hermoso 4 año de veganismo y estoy muy feliz de esto, muy positiva viendo cómo se expande por el mundo el mensaje y cada vez más personas lo consideran. Hace poco vi un nuevo documental orientado a la salud sobre el tema de la comida y como afecta en la salud, también algo de política y como los gobiernos buscan la explotación económica de seres inocentes para el disfrute de los demás.


No siempre conozco todos los datos sobre la salud que trae una dieta basada en plantas, porque yo lo hago por otra razón, pero sin duda he experimentado puros cambios positivos visibles en mi desde que deje de comer cadáveres. Estos documentales cada vez son más informativos, más preparados y sobre todo más difundidos. Considero que esto es muy bueno, porque a mí no me importa si las personas son veganas por su salud o por el medio ambiente o por la razón que gusten, para mí lo importante es que dejen de contribuir de manera efectiva contra el maltrato a estos seres.


Estos documentales destacan sobre todo los beneficios de una dieta basada en plantas avalada por expertos de la salud y con conocimientos fundados en estudios viejos, nuevos y exámenes de las personas del antes y después, me parece interesante la manera en que abordan todo esto. Además que no buscan un lucro con este tipo de documentales, es más que nada como si quisieran hacer el bien porque sí.


Así que me da mucho gusto poder ser presente del constante cambio que se vive día con día sobre estos temas y sobre todo lo relacionado con ellos. Hoy me siento positiva y tengo fe.


Gracias a todos los que día a día se suman al veganismo o hacen una dieta basada en plantas, todos ayudan a que este sea un lugar mejor y que todos tengamos esperanza.




Bien vaga como nunca



Pues, buscando prácticas profesionales he descubierto que la oferta está para reírse, primero que nada muchas empresas no ofrecen recompensa económica lo cual considero muy desagradecido, otras no ofrecen prestaciones que marca la ley, otras más te piden requisitos increíbles como experiencia, seguro propio, auto, que puedas viajar, que seas de alguna universidad en específico con quien tengan convenio entre otras cualidades francamente irracionales.


Yo ya tengo experiencia en el campo pues he trabajado antes de hacer mis prácticas profesionales, tanto porque lo necesitaba como por que se dio la oportunidad, pero aun así, no califico para la mayoría. Y rechazo otras por cuestiones monetarias, de lejanía o de horario.


Pero pensando en esas cosas del trabajo siempre me han dicho que debe haber un equilibrio entre el trabajo y la vida de uno, pero prácticamente en nadie he visto tal equilibrio, pues los trabajos son de 10 horas (con dos intermedias para comer o una, según el caso,) y claro seis días a la semana, yo no veo mucho equilibrio con el poco tiempo que queda, contado además el tiempo de traslado al dichoso trabajo.


Observo que mucha gente se sumerge en el mundo de las compañías trabajando extra para destacar u avanzar en el mismo, se vuelven personas que aprenden como se manejan los negocios o como se hacen determinados empleos, pero veo que descuidan su vida personal, familiar etc. por estar tantas horas en el trabajo. Sé que dentro de los mismo hay ambiente social y todo, pero sé que en su mayoría también es únicamente por estar confinados en el mismo lugar una vez que cambias de empleo de amistades es probable que también.


Mi punto es que no estoy dispuesta a ese sacrificio, porque la verdad le veo más futuro a mi felicidad haciendo las cosas que deseo y estando con personas que quiero que dedicándome a una empresa. Sé que tengo que pagar mis gastos para ello es que planeo un empleo que no me quite demasiado tiempo, sin importar el progreso que tenga en el o el dinero.


Ya tuve un empleo de tiempo completo de la carrera y empezó a absorber mi tiempo haciendo que me limitara a trabajar y vivir para ello, francamente lo puso todo en panorama, y dije esto no es para mí.


Sé que la sociedad está regida por la economía y que esta de cierta manera implícita que las personas pasen casi la mitad de sus días en empleos para poder sustentar la otra mitad de sus días, pero no creo que tenga porque funcionar así, o al menos no en mi caso. Sé que mucha gente se sacrifica por darle mejor futuro a sus hijos, porque ya los trajeron a este mundo y pues son su responsabilidad, o porque busca una vejez de oro o porque les gusta lo que hacen, cualquier motivo es bueno, no juzgo lo que hacen, únicamente yo no siento encajar en ese ámbito.


Me gusta demasiado mi libertad, y creo que con pagar mis gastos estaré bien, realmente no le tengo ese aprecio al dinero que tanto la gente le tiene, así que buscare que el trabajo se acomode a mí no yo a él.


Y lamentable que aun teniendo una carrera universitaria uno esté en más desventaja que las personas que tienen un grado menor, porque en cuestión de empleos mientras más estudio menos prestaciones te ofrecen porque las empresas saben que les costaras más de seguridad social  y otros, por lo tanto mejor ofrecen más efectivo, pero además de esto buscan explotar tu vida lo más que pueden eso ya lo viví.


Si tienes carrera las empresas se quieren adueñar del más tiempo que pueden de ti y de tu energía por completo lo he vivido y visto en muchas personas, pero no creo que valga la pena el sacrificio y reitero no estoy dispuesta a él.


Así decidí vivir mi vida, cada vez con menos y lo más alejada que pueda de ese sistema económico que te quiere hacer creer que las empresas se preocupan por ti.

Belleza de vellos



Pues nada, resulta que decidí por primera vez dejarme los vellos de las axilas, lo sé, es algo incluso raro para mí, siempre viví en la opinión de la sociedad de que las mujeres deben ir bien depiladas porque “así son femeninas y bonitas” pero ya hace un tiempo lo venía pensando, y llegue a la conclusión de que realmente voy retando a la sociedad en muchas de sus normas sociales, y esta era una de las únicas que aún me faltaba trasgredir.


No es que yo sea una rebelde sin causa aparente que busque solo molestar a las personas para llamar la atención o ser diferente, no es eso, la cosa es que realmente siempre he luchado por la verdadera igualdad de géneros, y por tanto es parte de ello renegar de cualquier imposición que se nos haya puesto a las mujeres solo por ser mujeres, como esa de perforar los oídos, así también la depilación es cuestión de género, al menos en mi país, sé que en otras partes del mundo no va ligada a ser mujer, pero en México aún está muy arraigado eso de que si eres mujer debes tener prácticamente todo el cuerpo depilado para que puedas ser bonita y femenina.


Por lo tanto pienso que al diablo con eso, es una lata tener que depilarse, porque los vellos siguen creciendo, la piel se irrita en mi caso que lo hago con rastrillo debido a que es lo más económico, pero esto conlleva muchas cosas, sentirse avergonzada cuando la piel se torna de color más oscuro por la irritación, además de que hay que estar revisando el crecimiento y esas cosas. Por ello decidí dejarme los de las axilas, aun no decido sobre el resto del cuerpo, pero los de las axilas ya son un hecho.


He descubierto cosas muy placenteras de dejar que mi vello salga tal cual, la primera es que el vello no es áspero, al ser largo esta suave tal como cabello, también que las axilas ya no están irritadas, poco a poco han vuelto a su color natural y que en mí, siento un alivio y congruencia con mis creencias que creo es lo que más me gusta, no sé si me los dejare así siempre, pero por lo pronto me siento contenta.


No siento que se me quite lo femenino, porque sé que mi ADN siempre será femenino así que realmente contra eso ni operado uno se puede cambiar de sexo. Ahora falta que llegue el verano a ver qué tal con las blusas de resaque.
Mi consejo: déjense los vellos de las axilas.



Modo vegan







En unos pocos días cumpliré ya 4 años de veganismo, lo cual me hace mucha emoción y reflexión sobre todo lo que he vivido en estos cuatro años de aprendizaje, la primer cosa de la que me acuerdo es que yo me entere del veganismo a los 19 años, venia de camino de hacer las compras del supermercado cuando a una cuadra en una calle muy concurrida había una manifestación a fuera de un restaurante de comida rápida. Eran cerca de 20 personas con mantas y pancartas con mensajes veganos, el típico “la carne es asesinato” “hazte vegano” “amar a los animales es veganismo” “veganismo es justicia” entre otros.


El caso es que estaban regalando comida, tostadas de ceviche de soya con mango, para mí fue todo un espectáculo, pues nunca había oído hablar del veganismo, del vegetarianismo sí, pero del veganismo no. Entonces los vi y claro los juzgue; pensé que eran unos desempleados por su manera de vestir pues andaban en sandalias ropa de manta algunos y despeinados. Lo que más me impresiono es que una chica se me acerco y ya solo por su manera de vestir me sentí incomoda, traía una falda larga de pana sandalias una blusa de tirantes y lo más perturbador para mí en aquel momento, los vellos de sus axilas estaban largos.


Recuerdo que me dio asco, pensé que quizá ella no se bañaba y no era nada femenino traer vellos, era algo totalmente desconcertante para mí. Claro ahora me da risa mi propio pensar de aquel día. Pues he crecido mucho espiritualmente y si en aquel momento me incomodo todo aquello, era porque en mi mente había algo que no encajaba, pues yo siempre dije amar a todos los animales del mundo, pero me removió que ellos dijeran que solo un vegano podía decir que realmente los amaba.


Obviamente paso mucho tiempo antes de que yo me hiciera vegana, pero ese fue en primer instancia el momento en el que yo conocí el concepto del veganismo como tal.
Ahora estoy cerca de mi 4 año, me hace inmensamente feliz ser vegana y saber que contribuyó a que la humanidad se dé cuenta que podemos vivir sin causar la muerte de los animales. Que a través de estos años he aprendido mucho más sobre la ética del estilo de vida vegano y que es algo que quiero llevar a cabo por el resto de mi vida.


Así que ahora seré yo la de los pelos en las axilas, sandalias y falda larga hablándole a la gente de veganismo en la calle repartiendo comida y el mensaje, así de rápido cambian las cosas.

Que pasa con el veganismo



Pasa que a veces estoy en lucha constante con mis sentimientos hacia las personas, hay días que no puedo soportar pensar en todos los seres que sufren sin ningún consuelo y que no podrán ser rescatados, otros días, me siento más animada al saber que cada vez somos más lo que estamos en esta lucha por defender a los animales…


Pasa que para mí es un movimiento de ética y paz, parte del desarrollo del ser humano, buscando cada vez más una civilización diferente, una que este en armonía con todo lo que nos rodea. Pero somos tan urbanizados, somos tan necios, y también me incluyo, cuando ando de amargada ni yo quiero socializar con los demás para dar a conocer mi postura.


Pero sé que es importante exhortar a las personas para que creen conciencia sobre el daño que se le da a los animales y al mismo planeta, buscar la manera de que las personas piensen en todo lo que significa la vida, que vean más allá de sus propias vidas e intereses personales. Pero no es tan fácil hacer eso, yo misma fui una adversaria de esta filosofía, mi argumento era únicamente ignorancia ante los hechos, era frivolidad por lo que yo consideraba más importante.


Pero todos podemos cambiar, para mi soy la viva prueba del cambio. Un día mis creencias fueron retadas y las quise reforzar con burla, con ignorancia, pero no pude ganarle a la lógica y aquí estoy en constante cambio, incluso el ateísmo del cual me sentía anti profeta, ha cambiado, yo buscaba erradicar hasta lo más mínimo que pareciera religión o creencia, y ahora busco convertirme en un ser espiritual, aunque no crea en una deidad como tal o no profese ninguna religión, busco meditar para encontrarme a mí misma, a mis creencias, mi ética mi todo…


Pasa que ser vegana me ha abierto la mente a cosas muy distintas de las que creían haber aprendido, y siento la responsabilidad moral de comunicarlas a las demás personas. Uno va aprendiendo con la vida, y si no, menudo desperdicio ser el mismo año tras año, por ello me alegro de seguir cambiando.


Sucede que el veganismo incluye un montón de cosas que al inicio yo ni sabía, pese que a siempre lo he hecho por los animales, aun siendo vegana, vas viendo hasta qué punto el ser humano es perjudicial con ellos, el alimentarse es una cosa (una muy grave) pero también el uso para diversión, vestimenta, y la simple pero muy mala manera de pensar que somos superiores a ellos. Resulta que uno se da cuenta que ser vegano no es no solo dejar de comer carne, sino dejar de participar en todas aquellas labores en las que se saque un beneficio económico de animales, negarse a ser parte de la comodidad en la que viven las personas y buscar ser ético.


No solo se es vegano por amor a los animales, y cualquier razón a mi parecer es válida, mientras sea veganismo. Yo lo hago por ellos, es solo una de las diferentes posturas que se pueden tomar para ser vegano, ahora que he leído algunos libros de veganismo he visto esto reflejado, posturas distintas, pero todas guiadas al mismo camino.


Pasa que sé que debo combatir mi antipatía para poder difundir el veganismo, porque vale la pena porque es una causa justa y porque en verdad amo todo esto, no es una moda, es crear conciencia.
Hazte vegano.