Hace unas semanas atrás
termine mi carrera profesional, estuve bastante ocupada en el último tirón de
la carrera por lo tanto ni tiempo para escribir, termine una tesis y muchos
proyectos largos.
Me siento feliz de terminar
una etapa que nunca creí tener. Es diferente vivir a universidad a la edad
promedio que un tiempo después, en ratos no me acoplaba a mis compañeros y en
ratos fluía con las risas del momento.
Estoy por graduarme y esto
me agrada mucho, siento que es una herramienta más en mi vida para ayudarme a
forjarme un camino distinto. Por otro lado al buscar empleo la realidad se
sobrepone una vez más, te piden mucha experiencia y muchos estudios, los cuales
no siempre uno tiene, quieren personas capacitadas en extremo y con ganas de
dar 12 horas diarias de vida.
Ya antes estuve en la brutal
vida laboral, sin estudios ni preparación, y era terrible, básicamente uno es
una herramienta, ahora es una herramienta con más funciones es todo, por ese
lado no me agrada mucho pensar en la administración, pese a que en la
universidad me toco el lado humanista, aun así nos hacen ver que son herramientas
para “Lograr los objetivos de la corporación” y ya saben yo y mis ideas
liberales no van con eso.
No es que la admón solo se
aplique a eso, también a muchas cosas, a la vida misma, pero en el sentido que
te entrenan en la escuela es para controlar recursos materiales y humanos, por
ello es que no estoy de acuerdo. Al entrar a la carrera yo deseaba tener
dinero, ganar mucho dinero para hacer mi vida, más fácil, sabía que el dinero
no daba la felicidad, pero aun no tenía más visiones en mi vida.
Ahora que salí, me di cuenta
de que ando en el hipismo más que nunca, realmente no ando tras el dinero, tras
los bienes materiales ni siquiera tras el reconocimiento de capacidades o
logros, ando tras ideas de paz que a veces no sé cómo llevar a cabo.
Nunca en mi vida había estado
tan alejada del dinero como ahora, sé que lo necesito para vivir pues estoy en
cierta etapa de la evolución de la humanidad en que es una manera de vivir,
pero no sé, me tiro mucho a la filantropía y esas cosas ya saben.
Quiero poder pagar mis
cuentas y tener un lugar donde vivir, si se pudiera lejos de otras personas, no
porque sea nihilista, esa etapa mía ya paso, es porque me gustaría estar en el
silencio, porque me gustaría rescatar animales y que nadie los lastime, por eso
pido un paraje alejado.
Fuera de esas cosas, el
dinero no tiene otra utilidad en mi vida, me gusta la felicidad espontanea, esa
que se da sin necesidad de buscarla. Me gusta todo aquello que no se compra con
dinero y me encanta ser así.
Espero encontrar trabajo que
sustente mi vida y es todo, sin dramas, sin cantidades enormes de dinero ni
responsabilidad.
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