Se murió contigo, se murió cuando
decidió abandonarme por el mismo.
He pasado muy oscuros
momentos, me he sentido sola, me agarra la angustia de pensarte. Saber de ti me
duele mucho, no saber me deja una ignorancia tranquila. Tú dijiste que siempre
estarías ahí y fue mentira, lo que más me ha dolido, es que en verdad te
necesite, y no estuviste.
Es una tortura hablar
contigo, todo está aún muy presente en mi vida, y duele, quema, arde…
Saber que eres muy infeliz y
que has cambiado para complacer a los demás y que vives una vida de fantasía me
mata, es horrible, quisiera consolarte, quisiera que en verdad fueras feliz,
porque yo no pago con la misma moneda. Me entristece saber de tu vida y no
estar presente para ayudarte con todo.
El no saber de ti, me hace
estar tranquila, es como ignorar un problema, sabes que está ahí pero mientras
no lo afrontes no afecta tu vida, de momento, porque un día no muy lejano voy a
lidiar con todo eso y voy a perdonar.
Te pienso mucho, me pregunto
cómo estás… si estás bien, si necesitas algo, cómo irá tu vida…
La realidad es que también pienso
en mí, y busco salir adelante, no olvidarte, sé que eso jamás pasará, pero
tener un recuerdo bello de ti y quedarme con las enseñanzas, es todo. Pero por
ahora aun no puedo lidiar con eso, sé que mis emociones están muy presentes,
estoy muy vulnerable y por mi salud mental, y emocional sé que no es el momento
adecuado para enfrentarte.
Quiero tomar todo con calma,
tomar todo de la mejor manera, de la manera más madura posible, para evitar más
daños, pero claro no sé exactamente como. No te odio, no me la paso pensante,
busco estar ocupada. Pero si me gana el sentimiento lo dejo ser y ya, tampoco
es que me reprima. Por otra parte, pongo distancia, no te busco ni busco
encontrarte ni por casualidad. Me alejo para sentirme segura. Y finalmente
reflexiono a solas sobre lo bueno y lo malo.
Entendiendo que la relación
tuvo de todo y que todo termina, que no importa quien dijo que y cómo
sucedieron las cosas, el punto sigue siendo el mismo, perdonarse uno mismo,
perdonar a otro, desearle lo mejor, y continuar con la vida. Sé por experiencia
que el tiempo es de gran ayuda para curar las heridas sentimentales y que
siempre nos hace más fuertes aprender la lección que hacernos las victimas
incomprendidas.
Guardar rencor, uno de mis
grandes defectos, es un obstáculo muy grande al que me tengo que enfrentar,
para mí, es como un enorme perro gris que me gruñe enfurecido pero no se decide
a atacar, y la única manera de que yo lo venza es que le pierda el miedo y que
me encierre en la habitación con él.
Ahí me quede hasta que deje
de gruñirme y se calme, cuando ya sea manso, sabré que lo he vencido. A lo
largo de mi vida me he enfrentado a tres y he podido, aunque el último costo
mucho tiempo, pero al final lo hice, tengo fe en mi misma, y sé que puedo
vencer a este, sobre todo porque no le tengo miedo, solo es algo de coraje.
Superar las perdidas
amorosas no es cosa fácil, si lo sabré yo, pero no es imposible, va a depender
de la voluntad y madurez con que uno enfrente a esto, es importante no perder
de vista la realidad por mucho que duela.
Espero pronto estar mejor en
ese aspecto, pero por ahora no negare que extraño a mi mejor amigo más de lo
que él imagina.
Ànimo en la batalla.;)
ResponderEliminarmuchas gracias, todo ha mejorado por ahora.
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