No tuvo que analizar
la situación, valorar los pros o los contras de eso, ni siquiera pensó si
aquello era real. Vio sus ojos negros, y lo sintió.
Sintió deseos
incontrolables, sintió pasión, pasión arrebatadora, de la que no ocupa
explicación, de la que es ilógica. No soñó, solo alucino.
Quien sabe que fue,
pero se conectó de maneras remotas y extrañas, sus deseos eran incontenidos, se
escapaban a través de sus ojos, él podía notar el ardor de mis miradas en la
nuca. Parecía divertirle el hecho de tener ese interés de alguien a quien apenas
conocía.
Basta de
alucinaciones, se dijo a sí misma, no podía permitir que los deseos carnales la
invadieran, tenía que sosegarse y tener el control sobre los pensamientos y
deseos.
Para el deseo,
aquello que ella quisiera, era totalmente irrelevante, aquel sujeto le provocaba
angustias sexuales. Le despertaba el morbo Y entonces la locura la domino, no
le importo nada más que el deseo tan enorme que tenía, perdió el control
mientras él hablaba de alguna tontería, sin esperar alargo su mano sobre su
cuello lo trajo hacia si en cuestión de segundos y le beso, no con deseo, fue
lujuria, lo deseaba tanto que no se contuvo, él se mostró sorprendido ante tal
acto tan feroz tan caliente, ella no espero y mientras lo besaba con lujuria
descontrolada sintió como el la apretaba a su cuerpo y su excitación creció
tanto que sintió que se carbonizaría ahí mismo en aquel acto de tanta pasión
con aquel que tan bajas pasiones le provocaba... Y se estiro mientras se contenía
al imaginar esa fantasía....
Pensó que era mejor
solo imaginar, ahí nada le podía pasar, ahí estaba a salvo de todo.
... y como me pides no enamorarme de esos labios rojos!
ResponderEliminargracias por comentar n.n
ResponderEliminar