Que poco compasivos somos

Hay mucha gente que suele expresar que quiere más a sus animales compañeros que a las personas, esto me da tristeza porque me hace pensar en lo poco compasivas que son hacia sus propios congéneres de naturaleza. Es decir yo creo que los animales tienen derechos, y por eso no me los como, porque sé que están conscientes de la vida, la muerte y el dolor.

Decir que ellos valen más que las personas, con ese valor intrínseco filosófico que le damos a cada persona, cosa o animal, es una afirmación muy lamentable, ya que no se trata de ver si los animales son mejores que nosotros por su propio carácter animal que solo los hace actuar bajo sus instintos y muestran características que nosotros valoramos, se trata de ser compasivos siempre, con todos los que nos rodean, tanto animales como seres humanos.

Esta bien el activismo, cada cual ve por sus intereses, pero siento que no es correcto usarlo de una manera donde desprecies a una especie por otra, si realmente somos compasivos, y queremos dar a entender que lo bueno es amarnos los unos a los otros, debemos ser así con todos, también con nosotros mismos.

Pero claro ahí sale a relucir el valor que cada persona le da a otra y el valor a los animales en general. Si bien por un lado argumentan que no quieren al ser humano porque precisamente daña animales, a otros humanos y todo cuanto se le cruza en el camino, de igual manera despreciar al ser humano es ser especista de  una especie más en este planeta, no debemos despreciarnos, porque así como hay personas que consideramos malas, también hay buenas, y el mayor regalo que tenemos los seres humanos es la capacidad de sentir, y si podemos amar a los animales no debemos excluir a los seres humanos, con todo y defectos, no se vale el comparar especies si de todas maneras todos sentimos, todos valemos.

Creo que es otra de las razones por las cuales no soy activista, mi hippismo va más allá de tratar a los animales bien, también soy compasiva con los seres humanos, sean como sean, porque todos estamos en el mismo planeta, y la compasión no debe ser selectiva.

Mi consejo: cuando sean compasivos y deseen serlo realmente empiecen con la primera persona en el mundo, ustedes, después a sus semejantes, o sea todos los demás seres que los rodean, sin ser especistas.