29 de enero de 2018

Y muchas veces vuelvo sobre mis pasos.




Hace un tiempo dije aquí mismo que el trabajo no debería interferir en la vida, después de ello estuve en un trabajo el primero de la carrera que si intervenía con mi vida, sin darme cuenta me quito una de las cosas que más amo: el gimnasio y así de pronto me vino la depresión.


No digo que solo hay sido por eso, pasaba por problemas económicos de salud y sobre el veganismo que ya les he contado, así que lo que resto del año pasado la verdad fue muy malo, pero cuando estas abajo solo te queda subir.


Después pensé que no podía traicionarme de esa manera, yo misma decía que el trabajo solo era un medio que te daba recursos para vivir, así que busque otro empleo, poniendo énfasis en que me diera el tiempo que yo necesitaba, y así fue lo encontré a los dos días de buscarlo, medio tiempo. Me fui sin dudarlo, y me ha parecido razonable lo que hago con lo que gano, y lo mejor de todo, volví a mi gran pasión en este año, ya estoy de nuevo en el gimnasio. Lo cual ha hecho que mis ánimos mejoren increíblemente rápido.

Cada cual tiene su terapia para sus males, el mío es ejercitar mi cuerpo, ese rato para mi es regalo de los dioses, se va el malestar y el estrés, la depresión pasa a ser algo nulo, algo lejano.

Pues bien, este año las cosas comenzaron bien, de salud todo mejoro de lo económico mejoro aún más e ir al gym ayuda.


Por otra parte el trabajo que tengo ahora es cero estresante así que puedo pasar mi tiempo leyendo y de vuelta a mis pensamientos sobre filosofía lo cual es muy recreativo para mí.

Espero todo continúe mejor.

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