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16 de marzo de 2019

Primer trimestre




Año nuevo no significa nueva yo.


Este año ha comenzado con una considerable mejora en mi vida económica, por una parte esto hace que me sienta muy tranquila, pues la estabilidad económica siempre es importante para sentirse bien en muchos aspectos además de saber que puedes mejorar tu calidad de vida en muchos aspectos.


No les había contado porque no era oficial, pero al fin encontré un trabajo que me deja vivir, es decir, ya saben que estoy en contra total de que el trabajo absorba todo tu tiempo y prácticamente seas esclavo del sistema, pues bien en mi lucha incansable, casi de pura suerte he encontrado un nuevo trabajo, soy auxiliar educativo de preescolar. Esto por supuesto que es un cambio muy drástico en mi vida, pues ni siquiera estudie ninguna rama acercada a esto, pero se me presento la oportunidad y la tome sin pensar demasiado.


Soy de las personas que siempre dicen que no se llevan bien con los niños y que al no tener paciencia pues definitivo no se me daría cuidarlos, y menos se diga educarlos, pues este año se ha puesto a prueba todas mis teorías que daba por sentadas y para mi sorpresa me ha encantado ser maestra, me ha parecido una experiencia totalmente hermosa, reconfortante y diferente.


Estudie administración, sin pensar demasiado, buscaba un campo amplio laboral, y la verdad es que si hay muchos trabajos en los que me puedo desempeñar con esta carrera, pronto encontré trabajos que eran medianamente bien pagados y que cumplían con ser parte de lo que estudie, pero no me llenaban el alma, realmente me sentía presa en empleos sin futuro.


No me mal entiendan, ame estudiar, por primera vez aprecie el hecho de aprender y disfrute el proceso, mi carrera no fue tan pesada y los tres años fueron maravillosos, pero una vez aplicada al mundo real, yo no encontraba un lugar adecuado para mí, busque diferentes campos en los cuales desarrollarme pero no encontraba alguno en el que yo sintiera que podía aportar algo y que me dejaran el tiempo para disfrutar mi vida.


Así que maestra de preescolar, vaya, quien lo diría, ni siquiera yo hubiera apostado por eso, pero así es, actualmente mi trabajo me permite por completo llevar a cabo todas mis demás actividades y siento que aporto algo, hago que niños aprendan a leer, escribir, expresarse, y muchísimas cosas que jamás imagine que estuvieran involucrada en el desarrollo del ser humano.


Cambiando de tema, en este año prometí ocuparme realmente de mi salud, ustedes saben que soy vegana por ética, y mucho tiempo deje de lado mi alimentación, como casi todas las personas, veganas o no, uno simplemente come lo que está acostumbrado y lo que sabe bien sin pensar si estos alimentos nutren o significan algo para el cuerpo, pues bien, de pronto sentí la necesidad de ponerle total atención a mi salud. Así que comencé el año informándome, estudiando sobre todo lo relacionado con la salud.


Decidí llevar no solo una alimentación vegana por ética, sino también incluir la salud, por ello al saber sobre todos los alimentos procesados que consumía, sobre el azúcar al que era adicta, sobre la cantidad de químicos que contiene la comida comprada, cambie muchos aspectos de ello. Deje la tan adorada cátsup que tanto consumí en toda mi vida, deje las galletas, deje el pan de barra, deje los dulces, y créanme eso si fue duro, pero en mi camino siguen los ajustes, ahora veo que quiero nutrirme, que es parte de amarme y por lo tanto cuidar de mi salud se ha vuelto parte de mi día a día.


En otros aspectos ya cumplí 29 años y me sentí bien con ello, mientras en años pasados vivía estresada con pensar en mi edad, ahora decidí que no viviría así, por ello felizmente dije mi edad y me sentí contenta con tener esos años, pues todo lo que he hecho me ha costado 29 años, no tiene sentido negarlos, no tiene sentido arrepentirme de ellos o avergonzarme, al contrario que hermosos tantos años que me han hecho cambiar madurar, llorar, ajustarme y todo lo demás.


Y para terminar este resumen de mi primer trimestre de año, sigo en mi camino al fitness, aun entreno de manera constante y me siento muy feliz de continuar así, este año ya cumpliré 4 años dedicándole mucho tiempo a las pesas y me alegra mucho haber sido constante en este hecho.

Espero su año haya comenzado maravillosamente como el mío.


16 de diciembre de 2017

Y ¿Cómo va la vida vegana?



Mucha gente me pregunta que si es complicado ser vegano, cuando recién comencé a serlo, no era difícil pues apenas me adaptaba a tener moral.  Por lo tanto yo respetaba opiniones y hacia lo de siempre, convivir con las personas que me rodeaban, pero conforme mi vida fue avanzando he entrado a una etapa distinta de ver las cosas.


Comenzó por perturbarme los convivios donde quemaban cuerpos de animales y los devoraban como si nada, así que deje de asistir específicamente a esos eventos, después comenzó a perturbarme la manera en que las personas hablan de los animales, como si fueran menos, como cosas, y lo peor la descripción de platillos donde los “ingredientes” son cadáveres de inocentes; posteriormente note que las personas hablan a menudo de ello, cada que pueden, es como si no tuvieran alma.


Un gran amigo me dijo que simplemente no ven el mal en ello, pues crecieron en esta cultura que nos hace creer que los humanos valen más que cualquier otra cosa que nos rodea en el mundo, por otra parte la violencia hacia los animales es cosa común y aceptada dentro de esta sociedad, por lo que la gente no se perturba con ello. Me dijo que yo misma viví inmersa en ese ambiente sin sentir que hacia algo malo. En eso tiene razón.
Aun así siento que uno siempre sabe que algo anda mal, aunque en general antes de ser vegana vivía como cualquier otro sin sentido ético, aun así me perturbaba la violencia hacia los animales, aun así sentía que era incorrecto comer a unos y abrazar a otros, no era un sentimiento fuerte o que inquietara mi vida, pero estaba presente.


Partiendo de eso, comento que realmente en este momento es para mí muy difícil ser vegana, y no porque “extrañe la carne” sino porque en todos los convivios de sociedad hay muerte y por lo tanto yo rechazo todo eso, así que me aparto de ello y por lo tanto no convivo.

No es que viva como una ermitaña ni nada de eso, no es que el nihilismo se haya apoderado de mi nuevamente, sino que en realidad no me gusta estar rodeada de personas que comen cadáveres, así que procuro no asistir a esos eventos, lo cual son más comunes de lo que la gente cree. Resulta para mi complicado unirme a grupos sociales y pasar tiempo con ellos puesto que todo al fin acaba en conversaciones que violentan mi alma.


Al principio estos sentimientos negativos hacia todo ello, no afectaban demasiado, pero conforme el tiempo me han creado problemas emocionales, sé que necesito terapia para poder vivir en este mundo siendo vegana sin que afecte mi vida.

Seguir fielmente lo que uno cree no es algo malo, pero tiende a alejarte de las personas, sobre todo cuando es algo así, que toca sentimientos en las personas y las hace sentir mal, como que toda su vida han estado equivocados.

Yo también me sentí mal por ello cuando alguien me lo hizo ver hace ya mucho tiempo, me negué a la idea del veganismo, justificando que todos lo hacen, algo que he entendido, es que todos tenemos poder de elección y podemos cambiar a lo que sabemos que es correcto, aunque nadie más lo haga.


No es difícil ser vegana cuando tu ética y moral están comprometidas, es difícil ser vegana en esta específica sociedad.

Pero no por ello me doy por vencida aunque tenga malos ratos.

28 de abril de 2015

Veganos no nacimos y tal vez veganos morimos.


Pues nada, hoy les contare sobre mi vida, para variar, sé que hay personas que si nacieron veganas, y pues bien por ellas, yo no, como la mayoría de ustedes, me hice vegana hace más de un año, ya dije que no fue por salud, no fue por filosofía, fue simplemente porque si, después de un tiempo, si fue ya por filosofía, y aun me resistí a aceptar que empezaba a cambiar del pensamiento cínico especista que tenía a uno distinto más…Tal vez humano.


Después de un año de veganismo, mi vida, ha cambiado, pero no piensen que ahora tengo toda la verdad y estoy iluminada o soy mejor que alguno de ustedes, no para nada, simplemente abrí mi mente al dolor de otras especies. Eso no me hace mejor ser humano, no me hace más inteligente o superior de alguna manera, solo me hace un poco compasiva, nada más. En mi experiencia he encontrado muchas cosas diferentes que nunca pensé, veganos que se niegan a comer con otras personas que consumen carne, veganos que sienten que debemos rescatar animales de las calles, veganos que sienten que estamos en guerra con la humanidad, veganos que se sienten mejores personas que otros e incluso hacen diferencias entre mismos veganos, veganos que lo predican como especie de futuro alimentario mejor, veganos que en silencio luchan, veganos que ni sabía que eran veganos, veganos que sienten que es un estilo de vida así como con reglas, veganos que son hippies, y por primera vez asistí a un mini festival vegano que se organiza hace 4 años en mi localidad.

Modesto el asunto, pero bonito, en mi opinión, fue más que nada una vendimia de comida, lo cual no me molesto, muchos puestos se diferenciaban de otros, los que son veganos y los que son negocios de comida vendiendo para veganos, mientras unos tienen gente que lo sé, todos nos etiquetamos, así que no os molestéis, parecen veganos por sus ropas, por su cara, sé que se lee locura pero así es, por su manera de atender, y están los otros que son acá, profesionales, y venden comida que es un negocio y se nota que solo lo hicieron para el evento. Comí un pastelito vegano muy bueno por cierto, aunque tiene una consistencia un poco diferente al que lleva leche, huevo y mantequilla, pues este se deshace con facilidad, pero el sabor es bueno, si decía, y la chica que me atendió me dice
 –pero también hacemos pastelitos normales, por cualquier contratación. No pude evitar reírme, como si fuese un crimen hacer pastelillos veganos, y quien decide lo que es normal y lo que no lo es?.


En mi recorrido en el mundo vegano, diré que también me he encontrado con opiniones variadas sobre cómo debe ser una persona vegana. Todos caemos en etiquetas y grupos sociales, y como es normal la mayoría busca no pertenecer a uno y terminan perteneciendo al grupo de los que no quieren pertenecer, vaya ironías de la vida, por mi parte, me encanta saber ahora que pertenezco a diferentes grupos, no me molesta y es normal. Pues en el grupo vegano, no soy activista, no ando rescatando animalitos de la calle, si uso desodorante, si me baño, aun no logro sustituir todos los productos de higiene personal por productos que no hayan sido probados en animales o que sean hechos naturalmente en pocas cantidades, así que soy mala vegana, bueno, no a mi criterio, pero al de varios si, por otra parte si elimine todo producto animal de mi alimento y vestimenta, además de no participar en deportes que involucren animales o en actos de diversión que los involucren. Busco vivir compasivamente conmigo misma y con los demás seres que habitan este planeta. No por ser vegana voy a meditación, lo deje hace algún tiempo, no porque no crea en eso, meditar para mí solo es prestar atención plena a lo que se dice y hace, lo deje por otras cuestiones, no descarto volver, no practico yoga, no estoy toda flaca sin carne, no escucho música de la india, no me gusta el incienso, no ando en bicicleta o pertenezco al hinduismo o budismo, aunque si tengo un tatuaje referente, el om, lo hice porque aunque no creo en el misticismo de las cosas amo que signifique la unión del cuerpo con el universo, pues eso me parece real, es decir que es poético, somos el universo, y a la vez parte de él. Esa vegana soy, y a pesar de que sé que estoy en una clase social, nadie es igual a nadie.
No me reúno con veganos para hablar de nuestras creencias o cosas en común, convivo con la gente que tengo cerca, y siempre hay alguien relativamente nuevo en mi vida y yo nueva en la de él, que me pregunte sobre veganismo y simplemente contesto de acuerdo a mis ideologías, sobre mi experiencia y ya, no ando predicando esto, bueno un leve anuncio a personas intimas nada más, nada invasivo o agresivo. No odio a los carnívoros ni a los vegetarianos.

En otras cuestiones, en mi peso, paso mucho tiempo que pese lo mismo, pese a lo que se pueda pensar, solo tuve unos dos meses de sentirme rara o falta de energía al principio que deje mi antigua manera de alimentación, y después de un año baje de peso, pero me mantengo. En mi es falta de ejercicio, trato de buscar maneras de alimentarme con las más diferentes verduras que puedo.

Admito que no me he checado con un análisis de esos sanguíneos aun, para ver qué es lo que mi cuerpo tiene que decir de mí, pero pronto lo hare. Así que en general  mi vida no ha cambiado mucho, solo que deje atrás la azúcar refinada, el exceso de sal, los jugos y las comidas en la calle. Mis amistades y gente cercana lo miran de manera normal y es bonito que muchos tengan atenciones conmigo siempre que me invitan a sus casas a comer, hacen comida un poquito diferente para mí y eso siempre me parece un lindo gesto.


Así pues el veganismo no es nada del otro mundo como muchos creen, y a mí, no me hace sentirme mejor persona que cualquier otra.

En este tiempo mi esposo y mi novio se unieron a mi causa, pero hace poco tiempo apenas para ellos, espero lo hagan por sus razones y no como muestra de afecto para mí, cosa que no es una razón que pueda pesar en sus vidas.


Mi consejo es: si conocen gente vegana o vegetariana que se dicen ser mejores personas por ese hecho, recuerden que quien es realmente buena persona no lo anda predicando, pues no necesita que los demás lo sepan, se nota a simple trato.

2 de octubre de 2013

La única verdad


Es que a este mundo ni siquiera venimos a ser felices.


Podría ser que el pesimismo mío ha vuelto, o solo la parte del nihilismo, pero la vida me parece un tanto vacía.

De pronto pienso en la existencia del ser humano asi por mera evolución, si nada que justifique nuestra vida… y que mas? Es decir, estamos vivos como especie que intenta seguir adelante reproduciéndose y ya, pero…


Sin dioses a la vista parece falta de amor. No es que vivir no sea divertido o algo bueno, pero para efectos del universo es irrelevante la vida de una sola especie, el planeta es grande para nosotros, pero el universo es aun mas extenso de lo que uno jamás podrá imaginar así que nuestra vida o muerte no es algo preocupante, en cambio, si tienes algún dios (cualquiera que sea de tu preferencia) estos o la mayoría de ellos, te dicen que eres creación suya y por supuesto alguien importante con el que de vez en cuando se conectaran para ayudarte en vicisitudes de la vida, o estarán atentos a tu dolor para ayudarte a superarlo. Asi que digamos que te hacen compañía demás de dejarte en claro que tu existencia si tiene objetivo.


Ser ateo por tanto a veces es un tanto aburrido, es decir los dioses son aca todos malotes y buena onda y perversos, entonces si estas digamos fuera de su alcance celestial, ps si , eres rebelde, pero a la vez te aburres un poco o si no llega el nihilismo. Esta bien que cada cual tenga un dios, digo para compañía espiritual y esos rollos, pero en lo personal, me siento acompañada, es decir, mírenme, estoy conmigo misma, jamás estaré sola.



La única verdad es que la vida, según la tomes, puede resultarte buena, o mala, puede que te sientas acompañado o futura mente recompensado, o planeado por asi decirlo, pero puede que si esto te parece inverosímil, aun asi encuentres cierto gustillo a esto que te va ocurriendo justo ahora que es que la vida no vale nada.

19 de agosto de 2012

Vivir en la ilusión permanente nos hace débiles.


Nos limita.    
    
La vida no es de premios y castigos, de merecer o no, tampoco es suerte o destino, solo es, así, sin más, los conceptos los ponemos nosotros.


Nuestros actos tienen infinitas posibilidades, pero no necesariamente pagamos por el supuesto mal que hacemos o recibimos el bien si lo hacemos. Si fuera cuestión de merecer las cosas todos seriamos más felices, la vida seria más justa por así decirlo.


Pero al vida solo es vida, no es justicia o injusticia, no hay tal cosa divina que hará que pagues tus deudas, solo es ilusión y esperanza de las personas que lo necesitan. Necesitan creer que todo mal que se ha vivido sin aparente razón, si la tiene, que es un plan para darte cuenta de las cosas, que después de esta vida de sufrimiento te veras recompensado en algún lugar que es todo maravilla, donde el bien es algo que permanece intacto, la felicidad fluye por si sola.

También desean estas personas, saber que aun con todo lo que se haya hecho habrá castigos para aquellos que dañaron sin razón a gente inocente, les produce una sensación de justicia donde no entra la duda y la lógica.
Yo sé que la vida es una mierda, sé que cuando crees que no puede ser peor, si que puede, lo se, pero también tengo bien presente que no puedo cerrar los ojos y desear que al final de todo mi sufrimiento ser recompensada, ni lo espero ni lo quiero.

 Acepto las cosas como son, no tengo esperanza y fe en ningún tipo de justicia divina que haga que todo sea justo.

Debemos de aprender a no ser ilusos, a aceptar lo que se tiene por más duro que sea, debemos dejar las esperanzas que en realidad no ayudan, son una tapadera para ocultar el dolor. Debemos ser consientes.

Sé que lo había dicho, pero quería repetirlo con más enfoque y más ganas.


7 de junio de 2012

Creencia, enfermedad y tratamiento.


La sociedad esta enferma de creencia.
Es una enfermedad que no se puede curar por que el enfermo niega padecerla, se niega al tratamiento.

Mi país se va a morir de creencia.

Esta enfermedad y dolencia ataca a gente desde el nacimiento, es contagiada por los padres a sus hijos, al principio parece inofensiva, pero con el paso del tiempo tiende agravarse y volverse un constante malestar.

Mucha gente enferma disfruta de estarlo, ya que este tipo de virus daña partes importantes del cerebro y crea una sensación agradable.

Aun que se contraiga el virus de la creencia en la niñez y prosiga en la adolescencia, si tiene cura, lleva algún tiempo y el tratamiento es pensar.

No toda la gente puede ser curada, principalmente por que se niegan a tomar el intenso tratamiento.

Síntomas:

-alucinaciones con seres imaginarios

-alucinaciones auditivas

-fe ciega

-sensación de profundo bienestar

-sentirse protegido por seres sobre naturales.

-hablar de manera ferviente sobre hechos poco creíbles de beneficios personales.

Este virus puede ser contagiado de persona a persona vía verbal.

Esta enfermedad es peligrosa por que contagia a familias enteras y durante varias generaciones, pocos miembros se resisten y se vacunan en las escuelas y con libros de filosofía.

Este virus mata y se alimenta de la inteligencia.
Es inmune a la ciencia.

Las personas que son libres de tenerlo no siempre permanecen asi, se sospecha que el virus afecta también emociones y si un contagiado esta con uno sano el virus puede aprovecharse e inundar a la persona sana.

También los contagiados intentan regar el virus de creencia y generalmente logran enfermar a un numero importante de personas.

Un brote de creencia puede ser desencadenado por ignorancia sobre acontecimientos dañinos que le ocurran a un grupo de personas, o por causas que afecten de manera emocional a un grupo grande de personas.
Se enferman unos a otros y buscan la manera de convivir enfermos, convenciéndose de que están bien y que nada malo les ocurrirá.

La vacuna más efectiva es el escepticismo.