9 de julio de 2012

La vida transcurre…


Veo con dificultad por la neblina, el clima es frio, pero no me molesta, lamento estar lejos de casa, un torrente de recuerdos me inundan, de ratos felices, de alegrías puras y solidas imágenes aparecen ante mi, aquellos momentos cuando no te cuestionas nada por que es tanta la felicidad que no importa nada mas.


El éxtasis de los recuerdos es tan fuerte que me acelera el pulso, no puedo ocultar una gran sonrisa. Camino por aquel paraje lleno de neblina que moja ligeramente mi piel a su paso, el suelo es blando, no estoy segura si estoy parada sobre sobre algo real o imaginario, pero en este momento no me importa.


Al fin logro ver algo, es una silueta a lo lejos, proyecta una sombra alargada, no tengo idea de que es, o tal vez no sea nada solo mi esperanza de encontrar algo en ese lugar, camino lentamente hacia ella, pero de pronto me doy cuenta que no es nada, solo neblina pasajera.


Mi piel se siente fría, pero no es desagradable, disfruto solo de poder sentir, de que mi cuerpo me avise de esa manera las sensaciones que me rodean, un rayo de luz se cuela en mi mente, veo que estoy de pie sobre arena muy fina, en la punta de una montaña, no puedo creer lo hermoso del lugar, no quiero parpadear para no perderme ni un momento de eso, es como un sueño, capto cada pequeña cosa, desde el olor que desprende mi piel mojada, la sensación de hundimiento de mis pies en la fina arena, la neblina como se aleja lentamente, como es la iluminación , la intensidad …

Los recuerdos flotan con tranquilidad, tengo paz interior, no hay nada que me altere. Todas mis dudas quedan atrás, no me queda más que respirar y sentir como los recuerdos buenos son tan fuertes que me hacen volverlos a sentir una y otra vez.

Nada puede dañarme aquí.



1 comentario:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=XBNhEOSLSoA&feature=related

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