Veo con dificultad por la neblina, el clima
es frio, pero no me molesta, lamento estar lejos de casa, un torrente de
recuerdos me inundan, de ratos felices, de alegrías puras y solidas imágenes
aparecen ante mi, aquellos momentos cuando no te cuestionas nada por que es
tanta la felicidad que no importa nada mas.
El éxtasis de los recuerdos es tan fuerte que
me acelera el pulso, no puedo ocultar una gran sonrisa. Camino por aquel paraje
lleno de neblina que moja ligeramente mi piel a su paso, el suelo es blando, no
estoy segura si estoy parada sobre sobre algo real o imaginario, pero en este
momento no me importa.
Al fin logro ver algo, es una silueta a lo
lejos, proyecta una sombra alargada, no tengo idea de que es, o tal vez no sea
nada solo mi esperanza de encontrar algo en ese lugar, camino lentamente hacia
ella, pero de pronto me doy cuenta que no es nada, solo neblina pasajera.
Mi piel se siente fría, pero no es
desagradable, disfruto solo de poder sentir, de que mi cuerpo me avise de esa
manera las sensaciones que me rodean, un rayo de luz se cuela en mi mente, veo
que estoy de pie sobre arena muy fina, en la punta de una montaña, no puedo
creer lo hermoso del lugar, no quiero parpadear para no perderme ni un momento
de eso, es como un sueño, capto cada pequeña cosa, desde el olor que desprende
mi piel mojada, la sensación de hundimiento de mis pies en la fina arena, la
neblina como se aleja lentamente, como es la iluminación , la intensidad …
Los recuerdos flotan con tranquilidad, tengo
paz interior, no hay nada que me altere. Todas mis dudas quedan atrás, no me
queda más que respirar y sentir como los recuerdos buenos son tan fuertes que
me hacen volverlos a sentir una y otra vez.
Nada puede dañarme aquí.
http://www.youtube.com/watch?v=XBNhEOSLSoA&feature=related
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