6 de mayo de 2014

Y sientes que hello kitty te habla.



Al realizar cambios en mi vida tan drásticos como lo son del pensamiento y gustos que creíste que estarían ahí siempre se siente mucho desasosiego total, una desorientación que no sabes bien por dónde empezar a acomodar todas las ideas.


Primero que nada me estoy enfocando en escucharme a mí misma, en sacar aquella voz interior que me dice cuál es mi verdadera naturaleza. Después platico conmigo, sobre mi ética y moral de las cosas. Ahora que voy teniendo claro todo, intento poco a poco organizar todo. No rápido, porque así se perdería la esencia de lo que pienso, o aquellos detalles casi imperceptibles, por eso me tomo mi tiempo.


Bueno ya no soy pesimista, eso está claro, ermitaña un poco, me gusta la soledad y pensar en ella, estudiar cosas por mi cuenta y leer. Ya no odio al ser humano, a veces tan solo me da pena, sé que no debería sentir ningún tipo de sentimiento malo, pero aún no lo erradico por completo. Por otro lado me gusta mucho el mundo en sí, la naturaleza, me gusta el medio ambiente, y también los animales, y si, no me gustan los perros, pero igualmente respeto su vida. Ya no soy de hacer el mal porque si, o solo sacar beneficio de las cosas, porque aprendí que el karma te llega y te hace pagar el doble de lo que hiciste, lo típico de acción y reacción. Aun soy atea, bastante segura de serlo, pero si, practico la meditación, no como medio que resuelva mis problemas, más bien como medio de escucharme a mí misma y aprender a estar en el presente.


Ya no busco venganza de cada cosa que me ocurre, busco aprender, todo lo que pueda, tener herramientas de inteligencia para el futuro. No me arrepiento de lo vivido, pues en su momento tuve toda la razón.

Pero claro a veces sin duda me siento perdida en un mundo de ideas sobre la bondad y los actos morales. Hace algunos días simplemente, diré que no fui capaz de matar una cucaracha y eso que me dan asco, pero decidí respetar su vida, sé que pueden transmitir enfermedades, pero prefería sacarla de la casa a matarla, porque pensé que debía respetar su vida y su derecho e habitar este planeta tanto como yo.


Creo que me cuesta más ser buena persona con la gente, con los que me rodean, rápidamente emito juicios y prejuicios contra ellos por escucharles hablar, porque como saben lo estético no me importa, nunca pensaría mal de un vagabundo, pienso mal, de la gente que conozco y que sus opiniones me parecen cerradas de mente o herradas.

Y sé que no debo ser así, sé que incluso a la persona más malvada no debo dedicarle un pensamiento malo, y no para convertirme en mártir o algo así, si no para estar bien conmigo, para no intuir nada de nadie, para saber que soy igual a todos, me cueste lo que me cueste, que no soy nadie para juzgar.
Fíjense que note como empecé a eliminar todas las páginas de moda que visitaba junto con las de chismes, las sustituí por páginas de derechos animales, comidas veganas, noticias, ejercicio y paso rato navegando en la Wikipedia buscando todo tipo de información. El otro día me deshice de un montón de mi ropa y zapatos así sin miramientos solo la retire de mi armario, no porque no me quede, la quite por que no la necesito, esa adicción ya paso.


Aun busco como acomodar mis ideas, si alfabéticamente o en orden de importancia.


No busco respeto por parte de nadie, no busco dinero, no busco amor, busco nada más ser consiente de todos mis actos, que la mayoría de estos sean razonados, no hacerle daño a nadie y hasta ayudar a los demás.


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