12 de agosto de 2012

Somos de zapatos sucios.


Asociados con la carencia de educación y la suciedad vagamos por todas partes, somos mayoría, estamos destinados a procrear de manera compulsiva…

No somos libres, nos atamos nosotros mismos, creemos que somos menos valiosos por no poseer bienes materiales, nos admiramos de quien tiene y en seguida queremos ser como el, le concedemos mucha importancia a la belleza física, pensamos que si la llegáramos a tener seria una arma para ser personas de dinero… que triste que valoremos tanto algo que no tenemos.
Vamos por ahí, creyendo que la vida de la gente de dinero esta resuelta, que están en la gloria y felicidad, les miramos como si fueran mejores personas, les miramos con fervor, pretendiendo que algún día nos pase la pobreza y podamos ser como ellos, solo para ver que se siente no  preocuparse por el dinero.

Tenemos sueños y esperanzas de mejorara, pero no dejamos de saber que eso no va a pasar, sudamos para obtener un poco de dinero y compara alimentos, nos quedamos frente a los aparadores observando lo que nos gustaría tener, nuestro cello de identidad son los zapatos sucios.
Pudiéramos librarnos de este concepto que tenemos sobre nosotros mismos, pero somos demasiado perezosos para limpiarnos los zapatos. 


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