22 de septiembre de 2015

Mi más sentido bésame…



Cierro los ojos mientras tus labios se acercan a mí, ya decidí perder la cordura contigo, ya no me resisto a la seducción…


Siento tus labios suaves chocar con los míos, siento tu caliente respiración en mí, aquel cosquilleo vuelve, ese que parece estar dormido cuando tu no estas. No quiero que ese momento acabe, no quiero que la sensación me abandone, en ese acto tan egoísta, tan delicioso. No me gustas, es más que eso, es deseo puro. Es como si conectáramos a niveles que ni siquiera había experimentado, no ocupo decirte que hagas para satisfacerme, tú lo sabes, lo lees en mi mente.


Tus besos me arrancan de la tierra hacia lugares desconocidos y placenteros, muerdes mis labios, me aprietas contra ti como si a penas te costara, regresa ese mareo por falta de respiración, aunque creo que es más falta de cordura, pero no me importa. Estoy demasiado a gusto sintiéndote como para preocuparme por algo más.

Es tanto el deseo, es tanto lo que me haces sentir cuando me tocas, que no importa cuánto tiempo pase antes de poder verte de nuevo, sé que cuando eso ocurra volveré a sentir eso, esa sensación que debe estar prohibida en algún libro sagrado al ser tan placentera.
No te detienes, me besas como si no hubiera un mañana, me deseas tanto que solo tiene comparación con lo mucho que te deseo yo a ti, tus manos recorren mi cuerpo de manera perversa de manera que no sé si se pueda describir.

Mi mente volando se va… y sin embargo mi cuerpo sigue ahí, sintiéndote, como si te fundieras en mi…


Tu lengua entra en mí y siento que se me quema el cuerpo, y allá donde tocan tus manos siento como se contrae mi estómago de las ansias que tengo porque me hagas tuya.


No me importa vivir en la fantasía, mientras sea contigo…


No hay comentarios:

Publicar un comentario