Me gustan los adolescentes.
Lo se soy una pervertidora, pero me atraen.
Bueno uno de ellos ya alcanza el frutero de arriba del frigorífico, además es legal que le mire así, pero el otro no. Tiene dulces 16 y está como un tren. Ni siquiera sé que me pasa, sé que por la edad está completamente tonto, pero aun así me gusta. Deberían interesarme hombres más grandes, que me puedan contar sus experiencias de vida, pero no sé. Algo tienen esos niñatos que me atrae.
De hecho ni se me ocurriría nada que hacer con ellos, supongo que me basta con mirar su hermosa juventud. Y ya.
Pero los adolescentes son un incordio, ni se me ocurriría hablarle a uno de ellos y menos coquetearle, ya que se toman todo a la tremenda y no quiero líos.
Eso me hace recordar mi propia adolescencia, llena de tonterías, falsas alarmas de amor y algo de euforias repentinas. Algunas veces hombres adultos me anduvieron siguiendo, pero no les hice caso a todos, solo algunos, los que considere menos grandes, afortunadamente para mí no elegí a ningún loco que quisiera aprovecharse, cosa que pudo hacer, pero si era muy boba e influenciable. Al parecer esa es una característica de adolescentes, por eso es mejor no hablarles, que se junten con los de su edad y tengan amoríos y dramas con los de su edad.
Soy consciente de todo eso, por eso solo los miro como gato debajo de carro.
Mi consejo…
Si os gustan los adolescentes, que bien, véanlos y listo, pero meterse con uno les traerá más problemas que satisfacciones.
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